Forrest Gump ha recibido el importante encargo de colocar un geocaché en Burgos. Nuestro protagonista de la novela escrita en 1986 por Winston Groom y adaptada al cine en 1994 nunca había pisado suelo español y se entretiene visitando los monumentos, quedando embelesado observando la catedral. De repente, recibe una llamada telefónica que le dice: “Corre, Forrest, corre”. Angustiado porque se le acaba el tiempo que le han concedido para la colocación del caché, Forrest comienza a correr sin descanso buscando el lugar idóneo. Atraviesa por casualidad el paseo de la Quinta llegando al conocido como Paseo de los Atletas, un estupendo camino anexo al muro del río Arlanzón repleto de árboles donde además se puede practicar deporte en los diferentes elementos de gimnasia. Aquí, Forrest detiene súbitamente su carrera, coloca el caché en un lugar que él considera perfecto y decide regresar a su casa en Estados Unidos contento tras haber cumplido el geodesafío.
Como siempre, Forrest nos ha enseñado que “querer es poder” y nada es imposible. Con las ganas suficientes y siendo perseverante se pueden conseguir todas nuestras metas.