Violante fue una líder. Sólo así se puede explicar que permaneciera al frente de la defensa del castillo de Loarre, y que las compañías de soldados, jinetes, arqueros, y lacayos de Francia e Inglaterra que defendieron el castillo no la vendieran a la primera de cambio. ¿Una mujer defendiendo una plaza militar? ¿Pero cuándo fue eso?
¿Te acuerdas del famoso Compromiso de Caspe (1412)? En él se llegó a un acuerdo sobre quién sería el Rey de Aragón tras la muerte sin descendencia del rey Martín I. Pero ese acuerdo no fue acatado por todos: Juan de Urgell, un nieto de Pedro IV el Ceremonioso, quería reinar. Y el insensato Conde Antón de Luna, su más fiel seguidor, Señor de Loarre, inició una guerra civil para conseguirlo.
Violante, enamorada de su primo hasta las trancas, abadesa del convento de Trasobares y excomulgada por su tío el Papa Luna, debía de ser una mujer de armas tomar. Se lió la manta a la cabeza y tomó partido junto a su amante por Juan II de Urgell. Total, su tío ya había mandado quemar el convento del que era abadesa, no le quedaban muchas opciones.
En mayo de 1413 el castillo de Loarre es sitiado. Y Violante se atrinchera allí más sola que la una porque Antón huye a Navarra. Juan de Urgell se rendirá en octubre.
Casi un año estuvo Violante en Loarre. Y en ese tiempo pensó en cómo salvar la vida si salía de ese trance. Necesitaría por lo menos algo con lo que negociar y se acordó de la historia que le contó su tía: María de Luna. En el manuscrito salía Loarre y María no lo había buscado allí. ¿Y si seguía oculto?