Iglesia de Santa María EarthCache

Iglesia de Santa María

El mal de la piedra

La iglesia de Santa María de la Asunción es el monumento gótico más importante de Cantabria. Fue edificada en su mayor parte en el S. XIII siendo su posible fecha de inicio 1208 y coincidiendo con una época de esplendor económico y auge político y social de la entonces villa de Castro Urdiales. Esto se debió fundamentalmente al desarrollo de su puerto y la concesión del fuero de Logroño en el año 1.163 por la corte del rey castellano Alfonso XVIII.

Como el resto de la villa, el templo fue proyectado con un fuerte carácter defensivo. Debemos tener en cuenta que el Castro Urdiales de Alfonso VIII fue concebido como una ciudad militar. Una auténtica ciudad cuartel con el propósito de defender la Corona de Castilla en su frontera marítima en el Cantábrico. Prueba también de su carácter defensivo resulta el hecho de que se construyera en una atalaya que dominaba la costa y el barrio intramuros conocido como “la media villa de arriba”. Su diseño se inspira en las catedrales normandas y en la de Burgos, ya que ese era su objetivo final; el de convertirse en una catedral, aunque por motivos aún hoy no dilucidados del todo, terminó por no serlo.

El edificio posee una planta basilical con nave central de 21 metros de altura dividida en tres pisos. En el piso superior encontramos los ventanales con vidrieras (ninguna de ellas original). Descendiendo hacia el segundo piso, arcos ciegos y triforio y finalmente al inferior lo decoran una serie de arcadas. Esta nave central fue reforzada en el S.XVI con la construcción de varios arcos escarzanos que evitaran su derrumbe, aunque hoy en día se pone en duda su utilidad real.

Las dos naves laterales poseen la mitad de altura que la central. Tanto esta nave central como las dos laterales están coronadas por bóvedas de crucería de nervios rectos. Al ábside lo rodean una girola con tres capillas poligonales. En uno de los tramos rectos que dividen las tres capillas góticas, encontramos otra capilla construida en el año 1612 de planta cuadrada. Posteriores al edificio original del S. XIII hayamos también otras dos capillas: una adherida al muro de Evangelio levantada en el S. XIX por el arquitecto castreño Eladio Laredo y dedicada a S. José y otra construida en el S. XVIII dedicada a Sta. Catalina de planta octogonal. Todas estas naves y capillas albergan auténticas obras de arte como la imagen de piedra policromada de Sta. María la Blanca (S. XIII) primitiva patrona de la villa, un lienzo atribuido a Zurbarán que representa al Cristo de los Milagros, y un Cristo yaciente de Gregorio Fernández entre otras.

Como ya hemos dicho anteriormente, su imponente fachada de piedra arenisca posee un fuerte carácter defensivo. Evidencia de ello es la torre campanario de la fachada Norte que hoy en día es la puerta de acceso al templo. En dicha fachada todavía son visibles las cicatrices de la toma de la villa por parte de las tropas napoleónicas conocida como “la francesada” en el año 1813 en forma de bolas de cañón incrustadas en ella. La luz, tan importante para el estilo gótico, llega hasta el interior a través de una serie de ventanales y rosetones alojados entre dos pisos de arbotantes. En su fachada este se levanta en el S. XVIII la llamada “Puerta de los Hombres” de estilo neoclásico, así como una vivienda popular conocida como la “casa del sacristán” sobre un pequeño pórtico.

El mal de la piedra

Las areniscas han sido ampliamente utilizadas en el pasado como elementos arquitectónicos, tanto en sillería como en mampostería. Sin embargo en la actualidad su empleo está muy limitado, debido a que presentan graves problemas de estabilidad (se alteran con gran facilidad). Ello se debe fundamentalmente a que la mayor parte de las areniscas están formadas por dos componentes claramente diferenciados, con comportamientos físico-químicos muy diferentes: el armazón de granos de tamaño arena, formados fundamentalmente por cuarzo, y la matriz que los empasta, formada por lo general por minerales de la arcilla (en el caso de la matriz). Este armazón, al ser sometido a cargas estructurales, actúa de forma destructiva para el conjunto, pues los granos tienden a clavarse en la matriz generando tensiones que favorecen a los procesos de disgregación física y química llamando a estos procesos mal de la piedra.

Los principales efectos que podemos describir como integrantes del fenómeno definido como “mal de la piedra” se pueden agrupar en tres grandes grupos:

1. Pérdida del material constructivo:

- Alveolización: Consiste en la aparición de una red bastante continua de cavidades alveolares, que pueden estar originadas por la disolución, o hidrólisis seguida de disolución, de determinados minerales como pueden ser calcita o yeso, o por la acción del viento cargado de partículas, o por la acción de las raíces de plantas. Es relativamente común en calizas, en areniscas con cemento carbonatado, o en rocas porosas en general.

- Excavaciones y cavernas: Consiste en la aparición de huecos individualizados, de ciertas dimensiones (centimétricas como mínimo). Pueden tener el mismo origen que la alveolización, pero suele ocurrir en rocas fundamentalmente no porosas, que sin embargo poseen nódulos de minerales solubles.

- Erosiones superficiales: Son pérdidas de material rocoso centradas fundamentalmente en la superficie expuesta, que pueden tener las mismas causas que las anteriores, pero suelen ocurrir sobre rocas de carácter masivo.

- Arenización y disgregación: Se trata de procesos por lo general superficiales, debidos a la pérdida diferencial de algún componente mineralógico, con lo que los demás quedan disponibles para ser liberados. La arenización es característica de los granitos, y se debe a la meteorización de los feldespatos para dar minerales arcillosos, que son eliminados con facilidad, quedando sueltos los granos de cuarzo; la disgregación es típica de las areniscas, por disolución del cemento carbonatado o pérdida de la matriz arcillosa, lo que libera los granos.

- Pérdidas de material: En algunos casos llegan a ser generalizadas, perdiéndose completamente determinadas piezas arquitectónicas, normalmente por evolución de alguno de los efectos anteriores.

2. Cambios en la coloración:

- Pátinas: Son delgadas películas superficiales, que pueden tener diversas causas y tipologías:
a) Pátinas de envejecimiento: causadas por el propio paso del tiempo y exposición a la intemperie.
b) Pátinas de suciedad: ennegrecimiento causado por contaminación ambiental inducida por los hollines residuales dejados por la combustión incompleta de carbones (calefacciones) o del diesel de camiones u autobuses.
c) Pátinas de lavado: producidas por escorrentía diferencial del agua.
d) Pátinas de decoloración: varía la tonalidad natural de la piedra, es la llamada "noble pátina".
e) Pátinas biogénicas: la superficie de la roca está recubierta por organismos, como pueden ser líquenes.

- Eflorescencias: Son manchas blancas producidas por la precipitación de sales solubles al migrar y evaporarse el agua en la superficie de rocas porosas. La procedencia de las sales es muy diversa; la fuente puede estar en el suelo, en aguas subterráneas, excrementos de aves, antiguos tratamientos, en morteros utilizados o proceder de la roca original, la cercanía al mar, etc. Las sales más comunes en las rocas de los monumentos son los sulfatos, cloruros, carbonatos y nitratos. Si la formación de estas sales tiene lugar bajo la superficie de la piedra reciben el nombre de subeflorescencias, y si se forman en el interior criptoeflorescencias. Su efecto destructor es función de:
a) Tipo de sal formada y lugar de cristalización de la misma.
b) Condiciones ambientales, la humedad y temperatura controlan los procesos de evaporación, disolución y precipitación.
c) Presencia de fracturas o cavidades en la roca, ya que la cristalización de las sales en éstas implica un aumento de volumen que tiende a aumentar el grado de fracturación o del tamaño de las cavidades.

- Costras: Son láminas de material endurecido resultado de la transformación superficial del sustrato pétreo. Estas costras se desarrollan en capas, presentando una morfología, dureza y color determinados y su naturaleza físico-química nada tiene que ver con la del sustrato.

- Depósitos superficiales: Son acumulaciones de material extraño a la roca sobre su superficie. Pueden ser excrementos, o simplemente polvo sobre el que a su vez puede crecer musgo.

3. Fracturaciones:

- Fragmentación: La presencia de fracturas no visibles y la acción de cargas estructurales puede hacer que los elementos arquitectónicos queden fragmentados longitudinal o transversalmente.

- Exfoliación: Es una fisuración de la roca, característica de las rocas que presentan esquistosidad o foliación metamórfica, consistente en la separación a la escala milimétrica y menor, normalmente favorecida por la propia naturaleza de la roca.

- Separación en placas: Es un fenómeno de exfoliación grosera, normalmente paralela a la superficie de exposición, que puede tener su origen en una meteorización diferencial, de forma que la parte más externa se altera más rápidamente, y llega a separarse físicamente del resto de la roca.

Este caché está basado en "Catedral de Valencia-La erosión en los monumentos" de rovipi

El Cache

Para poder contabilizar este Earthcache como encontrado debes mandar un mail a nuestro perfil con la respuesta de las siguientes preguntas. De forma voluntaria, te puedes tomar una foto con tu GPS ante la iglesia y subirla a la página. Solo tras recibir un mail con el visto bueno podrás loggear el Earthcache. (Se intentará responder antes de las 48 h).

1) ¿Qué tipos de rocas forman los muros de la iglesia?

• A) Metamórficas
  
• B) Sedimentarias
  
• C) Volcánicas

¡Feliz geocaching!