Cueva del Monje: se trata de un dolmen con corredor incipiente. La galería es apreciable en una longitud de tres metros. Las piedras que la forman tienen una altura de dos metros. El nombre que recibe esta cueva viene dado por la tradición en la que se cuenta que vivió allí un monje ermitaño; los viejos del pueblo dicen que existe una galería subterránea entre la cueva y el convento de Loriana que aprovecharían los monjes para escapar en caso de peligro. La cueva del Monje también llamada Cueva de la Moneda, por creerse que allí hubo enterrado un tesoro, hizo que los lugareños, con rústicos utensilios, intentaran infructuosamente buscar dicho tesoro y sí destruir esta joya prehistórica.