A ambos lados del cañón formado por el río Espeja encontramos diversas cuevas. Este río después continúa hacia el famoso desfiladero de la Torca con la primera vía ferrata que se habilitó en Castilla y León.
El acceso al lugar es un poco complicado y hay que tener cuidado, especialmente en época de lluvias cuando las piedras pueden resbalar. En cualquier caso, contemplar las formaciones rocosas merece la pena, y las diversas cuevas tienen formas muy interesantes.
Para llegar al caché desde Espeja de San Marcelino, se debe coger la carretera camino a Espejón. Pasando el lavadero con su fuente tomamos el primer camino de tierra a la derecha, que está en buen estado por lo que se puede acceder en coche. Aparcaremos en las tenadas (naves ganaderas) a la izquierda del camino y desde ahí continuaremos a pie. Debemos atravesar el pequeño riachuelo (que en verano puede estar seco), y avanzar hacia el desfiladero.