"Así fue también llamada esta culebrina menor, antigua pieza de hierro forjado de artillería, muy usada en el siglo XV. Tanto por su longitud como por su peso, fue un arma polivalente, ya que se uso tanto en los sitios de castillos y fortalezas como en campaña. Por estas características, dio origen a dos clases de bocas de fuego: las más pequeñas, que fueron usadas de forma manual y pasaron a denominarse arcabuces; y las mayores, como esta maqueta que vemos a pie de texto, que se convirtieron en verdaderas piezas de artillería. Su calibre estaba entre los 22 y los 70 mm., y su longitud entre el 1,5 y los 2,80 metros. Sus proyectiles eran bolas esféricas de hierro forradas de plomo o pequeñas piedras labradas, como los grandes bolaños que tiraban las lombardas. Toda la caña de la cerbatana estaba sujeta fuertemente a un soporte mediante cuerdas, y ésta, a su vez, estaba sustentada por una ligera pero robusta cureña de madera con herrajes de hierro.
Una de las primeras noticias que se tiene sobre este artilugio de guerra data de 1440, en que aparece inventariada en un recuento en Cataluña. Respecto a Castilla, se conoce que fue usada ya por los portugueses en la batalla de Toro en 1476.
Según se conoce, cuando se llevaron a cabo los trabajos para la construcción del túnel para el Metro de Madrid, fueron hallados en su subsuelo varios de estos artilugios de guerra, que al parecer fueron usados como tubos para la conducción del agua en esta ciudad. El Museo del Ejército de Madrid posee en sus salas expositoras amplio repertorio algunas cerbatanas."
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"This is also the name of this minor culverin, an ancient piece of wrought iron artillery, widely used in the 15th century. Both because of its length and its weight, it was a multipurpose weapon, since it was used both in the sites of castles and fortresses. as in the campaign. Due to these characteristics, it gave rise to two types of fire mouths: the smaller ones, which were used manually and became known as harquebuses; and the larger ones, like this model that we see at the bottom of the text, which is became true pieces of artillery. Their caliber was between 22 and 70 mm, and their length between 1.5 and 2.80 meters. Their projectiles were spherical iron balls lined with lead or small carved stones, like the large bolaños that the Lombards threw. The entire shaft of the blowpipe was tightly attached to a support by ropes, and this, in turn, was supported by a light but robust wooden gun carriage with iron fittings.
One of the first pieces of information about this war device dates back to 1440, when it was inventoried in a count in Catalonia. Regarding Castile, it is known that it was already used by the Portuguese in the battle of Toro in 1476.
As is known, when work was carried out to build the tunnel for the Madrid Metro, several of these war devices were found underground, which apparently were used as tubes to convey water in this city. The Madrid Army Museum has a wide repertoire of blowguns in its exhibit halls."
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