"El castillo de la Atalaya o de Villena se levanta sobre una estribación del monte de San Cristóbal o de la Villa, en la localidad de Villena, Actualmente, está considerado como Bien de Interés Cultural (BIC).
Además, ha sido restaurado en diversas ocasiones, por lo que en la actualidad se encuentra en buen estado de conservación.
Fue construido por los árabes en fecha desconocida, aunque no después del siglo xii, ya que las fuentes árabes ya lo mencionan en el año 1172.
Fue una importante plaza fuerte de los musulmanes, y muestra de su robustez es que las tropas de Jaime I tuvieron que asediarlo tres veces para conseguir tomarlo, finalmente, en 1240, a manos de un ejército formado por los caballeros de la orden de Calatrava junto con mercenarios almogáraves, al mando de Ruy Pérez Ponce de León, comendador de Alcañiz.
Hubo rastros del paso del primer marqués por el castillo, don Juan Pacheco, A él se deben los revestimientos de los muros, el segundo lienzo de muralla y las plantas tercera y cuarta de la torre, que convirtieron la fortaleza en un castillo-palacio.
La fortaleza tuvo un importante papel en las Revueltas de las Germanías, ya que allí se refugió el virrey Diego Mendoza después de su derrota en Gandía, y de ella partieron las tropas para arrebatar del poder de los sublevados la ciudad de Valencia. En la Relación que envió el Concejo de Villena a Felipe II en 1575 aparece descripción considerablemente extensa del castillo y su situación.
También fue escenario importante en la Guerra de Sucesión, cuando 50 hombres fieles a los borbones soportaron un asedio de 8 días de los austríacos, a quienes, finalmente, hicieron levantar el cerco. Este hecho le valió el título de Fidelísima, que añadió a los que ya poseía de Muy Noble y Muy Leal.
Incluso ya en la Guerra de la Independencia de España contra los franceses fue el castillo de la Atalaya punto estratégico, hecho por el cual mandó el mariscal Suchet volar las cubiertas de la torre del homenaje, incluyendo gran parte de las dos bóvedas almohades, que junto con las del castillo de Biar, son unas de las más antiguas de España y de todo el Magreb.
Las primeras obras de restauración, de 1958, se centraron en la reconstrucción de las cubiertas de la torre del homenaje y de las torrecillas que la coronan.
Durante los años 60 se restauraron las murallas que rodean el patio de armas, y en 1971 se reconstruyeron los dos cubos que flanquean la puerta de entrada al castillo. Demuestra que el castillo vuelve a formar parte de la vida de la ciudad el hecho de que, desde 1961 se lancen desde allí los fuegos artificiales del inicio de las fiestas de Moros y Cristianos, y que desde 1977 se realicen las representaciones de las embajadas mora y cristiana de dichas fiestas en el escenario real del castillo.
Ya en la década de 1990 se rehabilitaron totalmente los alrededores de la fortaleza y se puso en marcha la iluminación nocturna del monumento.
El recinto de la plaza de armas es de planta poligonal y dispone de torres cúbicas en los ángulos, excepto en uno, donde se localiza la torre del homenaje. Estos muros fueron construidos en época almohade y revestidos en el siglo xv por orden de don Juan Pacheco.
La torre del homenaje, de planta cuadrangular, es la estructura más característica del edificio y destaca y se eleva por encima del resto del conjunto. Los dos primeros cuerpos se construyeron en época almohade mediante una técnica de encofrado denominada tapial, que consiste en la utilización de cajones de madera que se rellenan de tierra, guijarros, agua y cal. De esta manera se forma un bloque sólido que se enluce posteriormente mediante el "falso despiece", que visto de lejos simula estar constituido de sillares. La entrada principal da acceso a una sala cuadrada de 7 x 7 metros, cuyo muro tiene de media 3,5 metros y que carece de puntos de iluminación aparte de la propia puerta. La segunda sala está cubierta por otra bóveda almohade de la misma fecha que la anterior. En esta sala se encuentran importantes esgrafiados, llevados a cabo por prisioneros de la Guerra de Sucesión, que representan edificios de estilo italiano. Altura de la torre 27,68m.
A través de una escalera empinada cubierta con bovedillas apuntadas se llega a la parte superior de la torre, que está coronada por unas pequeñas torres voladas al estilo luso-castellano. Desde allí se divisa gran parte del término municipal, destacando el paso natural de la costa a la Meseta, de gran importancia estratégica.
En 1811, durante la Guerra de la Independencia, el mariscal Suchet hizo volar parcialmente las cubiertas de la torre, entre ellas las bóvedas almohades, rompiendo la parte central de las mismas y haciendo desaparecer aproximadamente una tercera parte de su superficie.
Se restauraron por primera vez en 1958 y la última intervención tuvo lugar en 2000.
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"The castle of the Watchtower or Villena stands on a spur of Mount San Cristóbal or de la Villa, in the town of Villena. Currently, it is considered an Asset of Cultural Interest (BIC).
In addition, it has been restored on several occasions, so it is currently in a good state of conservation.
It was built by the Arabs at an unknown date, although not later than the 12th century, since the Arab sources already mention it in the year 1172.
It was an important stronghold of the Muslims, and proof of its robustness is that Jaime I's troops had to besiege it three times to finally manage to take it, in 1240, at the hands of an army formed by the knights of the order of Calatrava together with with Almogáraves mercenaries, under the command of Ruy Pérez Ponce de León, commander of Alcañiz.
There were traces of the passage of the first Marquis through the castle, Don Juan Pacheco. The coverings of the walls, the second canvas of the wall and the third and fourth floors of the tower are owed to him, which turned the fortress into a castle-palace.
The fortress played an important role in the Revolts of the Germanías, since the viceroy Diego Mendoza took refuge there after his defeat in Gandía, and the troops left from it to wrest the city of Valencia from the power of the rebels. In the Report sent by the Council of Villena to Felipe II in 1575, there is a considerably extensive description of the castle and its situation.
It was also an important scene in the War of Succession, when 50 men loyal to the Bourbons endured an 8-day siege by the Austrians, who finally made the siege lift. This fact earned him the title of Most Faithful, which he added to those he already possessed of Very Noble and Very Loyal.
Even already in the War of Independence from Spain against the French, the Atalaya castle was a strategic point, a fact for which Marshal Suchet ordered the roofs of the keep to be blown up, including a large part of the two Almohad vaults, which together along with those of the castle of Biar, they are some of the oldest in Spain and in the entire Maghreb.
The first restoration works, from 1958, focused on the reconstruction of the roofs of the keep and the turrets that crown it.
During the 1960s, the walls surrounding the parade ground were restored, and in 1971 the two cubes that flank the entrance door to the castle were rebuilt. The fact that the castle is once again part of the life of the city is demonstrated by the fact that, since 1961, the fireworks at the beginning of the Moors and Christians festivities have been launched from there, and that since 1977 the representations of the Moorish embassies have been held. and Christian celebration of said festivals in the royal setting of the castle.
Already in the 1990s, the surroundings of the fortress were completely rehabilitated and the night lighting of the monument was started.
The plaza de armas enclosure has a polygonal floor plan and has cubic towers at the corners, except for one, where the keep is located. These walls were built in the Almohad period and covered in the fifteenth century by order of don Juan Pacheco.
The keep, with a quadrangular plan, is the most characteristic structure of the building and stands out and rises above the rest of the complex. The first two bodies were built in the Almohad period using a formwork technique called tapial, which consists of using wooden boxes that are filled with earth, pebbles, water and lime. In this way, a solid block is formed that is later plastered by "false quartering", which, seen from a distance, simulates being made of ashlars. The main entrance gives access to a 7 x 7 meter square room, with an average wall of 3.5 meters and no lighting points apart from the door itself. The second room is covered by another Almohad vault from the same date as the previous one. In this room there are important sgraffitos, carried out by prisoners of the War of Succession, which represent Italian-style buildings. Tower height 27.68m.
A steep stairway covered with pointed vaults leads to the top of the tower, which is crowned by small cantilevered towers in the Luso-Castilian style. From there, a large part of the municipal area can be seen, highlighting the natural passage from the coast to the Plateau, of great strategic importance.
In 1811, during the War of Independence, Marshal Suchet partially blew up the tower's roofs, including the Almohad vaults, breaking their central part and making approximately a third of their surface disappear.
They were restored for the first time in 1958 and the last intervention took place in 2000.
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