[ES] “El origen de las salinas de Imón se remonta al S. X cuando la sal fue valor económico y un factor de crecimiento. A partir del S. XII dependió del poder eclesiástico que hizo donación de ellas a Atienza y Sigüenza. En los años finales del S. XIX y principios del S. XX se realza su explotación produciéndose una cierta mecanización de las explotaciones. Hoy las salinas viven una lánguida existencia.
Las instalaciones actuales datan del S. XVIII y constan de una serie de almacenes situados en la zona central y una serie de conjuntos de piscinas, estanques-calentadores y norias que comunican con una serie de canales que funcionan como desagües para el agua sobrante.
La extracción de agua se hacía de pozos a orillas del río Salado donde se formó un gran complejo industrial. Desde el punto de vista arquitectónico, lo más interesante son las norias y los almacenes.
Las norias eran de madera y estaban protegidas del mal tiempo, ya que la salmuera se extraía fundamentalmente en invierno, por un pequeño edificio de planta octogonal, de estructura leñosa, muros de mampostería y cubierta de ocho vertientes con teja. La fisionomía de estas construcciones por tanto se adaptaba a la forma en que las caballerías realizaban su recorrido para mover las norias.
Los almacenes son de mayor tamaño, pero también sumamente simples, de planta rectangular con pórticos en uno de sus lados menores en el que se abre la puerta principal.”
(Fuente)
[EN] “The origin of the Imón salt flats dates back to the X century when salt was an economic value and a growth factor. From the 12th century it depended on the ecclesiastical power that donated them to Atienza and Sigüenza. In the final years of the 19th century and the beginning of the 20th century, its exploitation is enhanced, producing a certain mechanization of the exploitations. Today the salt flats live a languid existence.
The current facilities date from the 18th century and consist of a series of warehouses located in the central area and a series of sets of swimming pools, ponds-heaters and waterwheels that communicate with a series of channels that function as drains for excess water.
The extraction of water was done from wells on the banks of the Salado River where a large industrial complex was formed. From an architectural point of view, the most interesting are the waterwheels and warehouses.
The waterwheels were made of wood and were protected from bad weather, since the brine was extracted mainly in winter, from a small building with an octagonal floor plan, a woody structure, masonry walls and an eight-sided roof with tiles. The physiognomy of these constructions therefore adapted to the way in which the horses made their way to move the waterwheels.
The warehouses are larger, but also extremely simple, rectangular in plan with porticoes on one of its smaller sides where the main door opens.”
(Source)