Esta pequeña localidad merece una visita pues aquí encontramos la Iglesia de los Santos Julián y Basilisa, donde estaban las pinturas murales románicas más importantes del mundo. Actualmente estas pinturas han sido trasladadas al Museo diocesano de Jaca, aunque aún quedan algunos fragmentos en las paredes de la iglesia.
Esta construcción románica lombarda del siglo XI contaba con unas pinturas tan ricas que se cree que la construcción de esta iglesia estuvo financiada por el monasterio de San Juan de la Peña. La creación de estos templos formaba parte de la reforma de Cluny promovida por el rey Sancho Ramírez, hijo de Ramiro I.