Para algunos es un lugar habitual para entrenar, pero para otros, el Cerro de la Cruz se convirtió en todo un desafío personal. Al estar a 10 minutos del centro de la ciudad en auto, se convirtió en el lugar ideal para que los principiantes del trekking den sus primeros pasos. Diariamente. decenas de personas suben a más de 1.200 metros para superarse y sacarse la foto al lado de la Cruz, para demostrar que, con constancia todo se puede. Si bien es considerado un cerro de dificultad baja. En total, se recorrerán 6,50 kilómetros de distancia desde la base hasta el punto más alto.
Lo más importante es no ir solo si es la primera vez que van a subir. Por más que el sendero esté marcado y quede en medio de las rutas, nunca debemos subir sin compañía porque nos podemos perder o lesionar. Por eso, también es importante llevar un celular porque hay señal y es la forma de comunicarnos si tenemos algún inconveniente.
Otra de las cuestiones fundamentales que no deben olvidar es llevar hidratación. Como en ninguna parte del recorrido hay agua (ni sombra), es indispensable llevar una botella o una mochila con líquido.
La indumentaria debe ser liviana y cómoda. Las zapatillas tienen que ser preferentemente de trail, es decir, con suela dura y tacos. De lo contrario, pueden caerse por no tener buen agarre o romper el calzado por las piedras.
En verano, no es recomendable hacer ningún tipo de actividad física entre las 12 y las 16 horas, y subir una sierra no es la excepción. Los horarios ideales para hacerlo es por la mañana o a la tarde. Si son principiantes no deben ir muy tarde. Tienen que tener en cuenta que van a demorar cerca de tres horas. Si calculan mal el tiempo puede que se les haga de noche y es peligroso porque pueden caerse o perderse si no tienen experiencia.
En la base, hay un cartel que les da la bienvenida a los caminantes. Si van en auto, pueden dejarlo en la entrada.
Este cache fué colocado, para motivarlos a seguir camino hacia la cima, en donde encontraremos el premio final.
