Santa María de la Isla
El pueblo de Santa María de la Isla (311 habitantes), perteneciente al municipio del mismo nombre, se encuentra ubicado en la vega del río Tuerto, dentro de las Tierras de la Bañeza.
La principal actividad económica dentro de la zona es la agricultura de regadío, destacando la producción de cereales, maíz, remolacha, patatas y alubias. En menor medida se encuentran actividades de ganadería y algún negocio terciario de pequeño tamaño.
La agricultura pasó de ser rudimentaria, a una agricultura más moderna, durante la segunda mitad del siglo XX. A esto se le unió, durante los años sesenta, la concentración parcelaria, así como la construcción del canal de Villares, que toma agua del Órbigo, procedente del embalse de Barrios de Luna, y la lleva hasta La Bañeza, trasvasándola al rio Tuerto.
Santa María de la Isla se caracteriza por ser un pueblo largo, la mayoría de las casas de sitúan a lo largo de la carretera, a diferencia de otros pueblos que tienen las casas más agrupadas. Esto hace que sea un pueblo con pocas calles y más conocido por los barrios.
Barrio de Arriba
Está un poco apartado del resto y a veces puede ser confundido con otro pueblo (durante una época tuvo ermita propia). Este barrio está situado cerca del río Tuerto.
Barrio del Medio
También es conocido como "Barromedio". Se sitúa entre el Barrio de Arriba y el de Abajo. Es una calle larga perpendicular al río. En uno de sus extremos se sitúa el puente y en el otro el cementerio.
Barrio de Abajo
Es el barrio más grande del pueblo. En este barrio se encuentra la Plaza Mayor, en la que hay varios abetos de gran altura, así como un parque infantil. En la Plaza Mayor es donde se suelen celebrar las fiestas del pueblo (Pentecostés y San Martín). A las afueras del pueblo se sitúa el polideportivo municipal.
Historia
En el siglo XI, es cuando aparecen algunos documentos sobre el pueblo. Se denominaban Núcleos de Población, ya que hasta el siglo XIX no aparece la palabra pueblo. Primero surge San Martín por el año 1095 y luego La Isla.
Estos pueblos surgen a la vez que otros de alrededor por una repoblación llevada a cabo por los reyes de León, sobre todo por Alfonso V, quien impulsa la recuperación y repoblación de estas tierras, en un intento de recuperar las tierras agrícolas de un núcleo pequeño de población de origen romano.
Son gente de la montaña, de la zona del Bierzo, a quienes, con el apoyo de los reyes de León, se les anima para que se asienten en dichas zonas, con una serie de condiciones, para lo cual les dan unos fueros.
Primero deben delimitar un territorio y organizar un gobierno, con un marco legislativo y unas normas que pasan de padres a hijos. Les dan libertad a los vecinos para organizar la comunidad, lo que se denomina Concilio Vecinal (concejo de vecinos) y les respetan la propiedad a cambio de pagar los impuestos al Rey.
Así es como surgen estos pequeños pueblos. El primer censo que se conoce es de finales del siglo XVI (1591). La parroquia más antigua es la de San Martín allá por el año 1095, para surgir luego la de La Isla; tenían entre 50 o 60 vecinos.
Estas parroquias (sobre el siglo XI-XII) estaban rodeadas de agua (era zona pantanosa), de ahí el nombre de La Isla. San Martín desaparece con la peste del siglo XVI manteniéndose la parroquia un tiempo, para luego pasar a la de La Isla.
A finales del siglo XVII hay una crisis económica de producción y precios, quedando el pueblo solo con 18 vecinos. Va a pasar casi un siglo para que se reponga.
Es a finales del XVIII cuando, como producto de una etapa muy importante, empieza a recuperarse y ya se contabilizan 93 vecinos.
El pueblo se organizaba través del Concejo de Vecinos, que fue el órgano de gobierno durante diez siglos, aunque hubo intentos de suprimir estos concejos: el primero de ellos fue cuando, sobre estos pueblos, Enrique II dio jurisdicción a unos Señores que venían de Navarra cuyo apellido era Bazán. El Rey les nombra Señores de estos territorios y ellos nombran a un Corregidor que era un juez ordinario que gobernaba los territorios.
En el año 1752 el catastro contaba con un terreno de 7305 heminas, de las cuales 275 eran comunales de pradera, un 20 % era regadío, sobre todo de trigo y lino, y el resto era centeno. Hasta el siglo XIX se mantienen este tipo de cultivos.
A partir del siglo XX surgen nuevos cultivos: los dobles tipos de trigo, cebada de ciclo corto, alubias, remolacha etc. Con el cultivo de la remolacha desaparece el lino que fue el sustento de la economía.
La Concentración Parcelaria durante los años 1968-1970 dio un vuelco grandísimo a la economía del pueblo. Actualmente se necesita otra reforma, bien sea agraria o de cultivos, alternativa, debido al alto coste que cuesta producir los actuales.
La Noria del Puente
Junto al puente de Santa María de la Isla sobre el río Tuerto, en el Barrio del Medio, está restaurada y colocada sobre una base de cemento, una noria de cangilones, utilizada antiguamente para extraer agua de un pozo y encauzarla hacia una acequia de regadío.
Aún es posible hacer girar la noria, moviendo manualmente su mecanismo de hierro fundido con dos ruedas dentadas.
En la rueda horizontal se pueden observar los alojamientos en los que se encajaba el palo que se ataba a los animales que, caminando en círculo, hacían girar la rueda por la que subían los cangilones llenos de agua.
En el vecino pueblo de Santibáñez de la Isla se conserva otra noria similar a la de Santa María de la Isla. La diferencia entre ambas es que en la de Santibáñez se conservan los cangilones, mientras que en la de Santa María de la Isla, éstos no están presentes.
El caché
Se trata de un contenedor de tamaño pequeño, que originalmente contiene el logsheet, un lápiz y una canica azul.
La zona donde se encuentra el caché suele mojarse debido a un aspersor de riego cercano, por lo que está protegido por dos bolsas de cierre hermético.
Por favor déjalo tal y como estaba, para que pueda tener una larga vida en el juego.
También hay que tener precaución al cogerlo y al dejarlo, para que no se caiga al pozo de agua que hay bajo la noria.