La riera de Can Domènec tiene una pequeña represa y sigue curso abajo. En este tramo de la riera se encuentra un conjunto de elementos con un valor socioambiental muy relevante: la font del Carme, junto con un individuo centenario de roble, que por su singularidad, tiene una edad aproximada de 122 años y una altura de 22 metros, podría ser declarado árbol monumental de interés local.
La font del Carme consta de un pequeño receptáculo donde se acumula agua, hecho que beneficiaria la presencia de especies que viven en el fondo, sobre los sedimentos o sobre las hojas, como los quironómidos, los ostrácodos y algunos oligoquetos y microturbelarios, además de los típicos insectos urbanos, como los psicódidos. Es interesante destacar la importancia que supone el mantenimiento de la limpieza del agua con tal de preservar la diversidad y la abundancia de especies.
Por lo que se refiere a las especies ornitológicas, se ha podido detectar la visita ocasional del Martín pescador y del ruiseñor balquer. Otros pájaros que frecuentan no tanto la fuente, pero sí la ribera inmediata son el chochín (Troglodytes troglodytes), pájaro de pequeñas dimensiones y muy activo, con un canto muy potente y prácticamente durante todo el año, y el ruiseñor común (Luscinia megarhynchos), visitante estival, característico por su canto sonoro y musical que emite día y noche. Otras especies como la lavandera y el mosquitero común, se acercan a la fuente para buscar insectos. No es nada difícil detectar la presencia del pito real (Picus viridis), por sus fuertes manifestaciones sonoras, y en el verano, del oropéndola (Oriolus oriolus).
Los anfibios encuentran en esta zona un buen lugar para desarrollar parte de su ciclo vital. Especies de anfibios como el sapo común (Bufo bufo), grande y con un tronco achaparrado, con la cabeza maciza y ancha, se caracteriza por ocupar diversos hábitats, a pesar de encontrarse preferentemente en lugares húmedos, donde desarrolla su actividad mayoritariamente de noche.
Otro anfibio presente en este biotopo es el sapo de espolones (Pelobates cultripes), que presenta una morfología típica del sapo, grande y achaparrado, y tiene la piel lisa con una coloración grisácea, amarillenta o de color oliva, con manchas variables ciruela o verdosas.
Finalmente, otra especie de anfibio nombrada en este biotopo es otro sapo (Alytes obstetricans), la coloración del cual es variable, a pesar de ser normalmente gris o azulado. Se caracteriza por ser el macho quien carga la puesta y va al agua para mantener la humedad necesaria para los huevos.
