EL CACHÉ:
Este caché está pensado para dar a conocer el Camino Viejo de Almería y su historia, así como disfrutar de las magníficas vistas que ofrece este sendero. Consiste en un bote situado en las proximidades de una chimenea reconvertida en garita, cuya historia se cuenta más abajo. Entre otras cosas, el contenido inicial del caché se compone de un obsequio de madera para el FTF y un TB cuya misión es recorrer las otras tres ciudades del mundo llamadas Almeria (en Nebraska, Alabama y Filipinas) y volver a Almería (España).
HISTORIA:
El Camino Viejo de Almería es una antigua vía de acceso a la ciudad, que la unía con los municipios del Poniente y que discurre en paralelo a la costa y bordeando la falda sureste de la Sierra de Gádor. Aunque el camino fue ampliado en el siglo XVIII para adaptarse al paso de carros, este vial estuvo en funcionamiento desde el S. XVII hasta el año 1881, cuando dejó de utilizarse al quedar obsoleto debido a la construcción de la carretera de El Cañarete. Hoy en día es un lugar recurrente para actividades senderistas y permite disfrutar de unas impresionantes vistas de la ciudad, el puerto y la bahía, así como descubrir numerosos fósiles marinos en sus rocas.
Durante el tiempo que estuvo en funcionamiento, resultó de gran importancia para la economía almeriense ya que, a lo largo de su recorrido, se fue generando una rica actividad industrial como fue la fundición de plomo durante la segunda mitad del siglo XIX. Aún quedan en pie algunos restos de estas fundiciones, como unos muros de piedra que se encuentran en la ladera izquierda del camino y que son fácilmente reconocibles por estar situados en paralelo los unos a los otros. También podemos ver varias chimeneas, las cuales se construían en sitios elevados debido a lo nocivo de los gases que expulsaban. Junto al muro izquierdo del camino, veremos una de estas antiguas chimeneas reconvertida posteriormente en una garita que sirvió de punto de control para que los usuarios del camino pagasen un impuesto sobre las mercancías transportadas.
Al final de este primer tramo del Camino Viejo se llega a la parte alta de unas canteras, de las cuales se extrajeron las piedras para construir el puerto de la ciudad. Aunque la vista desde ellas es espectacular, hay que extremar las precauciones, ya que tienen una gran altitud y carecen de protección alguna que pueda evitar posibles caídas.
En Internet pueden encontrarse rutas senderistas que recorren este camino y llegan a Aguadulce, aunque a veces se aparten del trazado original, ya que algunos tramos de este han sido destruidos debido al abandono y a la construcción de la autovía:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3239332
http://goo.gl/TqSNPo