El prado de Rozas, que no se si se llamará así pero yo lo conozco con ese nombre desde que nací, está situado entre Rozas de Puerto Real y Entrepinos, tiene una extensión aproximada de unas 100 hectáreas. Por el sur del mismo se forma el arroyo de las Tórtolas que va recogiendo las aguas que empapan estos pastos.
Está salpicado por grupos de enormes rocas graníticas erosionadas por el paso del tiempo en las que podremos descansar y disfrutar de bonitas vistas de día y un increible cielo estrellado de noche. Recomendado en la lluvia de estrellas de agosto.
Suele haber animales sueltos, por eso hay suelo ranurado en las dos entradas del prado y así no se salgan las reses. Debemos conducir con precaución. Son inofensivos y se dejan tocar si se les trata con cuidado. Es normal ver caballos, vacas y ovejas.
EL CACHE
Está escondido en uno de esos grupos de rocas, es un contenedor de reducidas dimensiones que sólo permite intercambio de pequeños objetos. Un consejo para los que son poco de campo: las piedras ofrecen cobijo a muchas criaturas, un palito para investigar siempre es recomendable para no llevarnos sustos.
Déjalo igual que lo encuentres, no cambies su escondite y asegúrate de que se queda bien cerrado por favor.