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Ciudad de Vascos Traditional Geocache

Hidden : 10/13/2012
Difficulty:
2 out of 5
Terrain:
2.5 out of 5

Size: Size:   small (small)

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Geocache Description:




Ciudad árabe fundada en el siglo X y abandonada en el siglo XI.
La muralla, con una longitud de casi 3 km., encerraba la ciudad, en la que todavía se pueden ver restos de la Alcazaba y de diversas construcciones. Por la puerta situada al N.O. se llega a los restos de unos baños.


REGIMEN DE VISITAS A LA CIUDAD DE VASCOS
ABIERTO: SABADOS DE 9 A 14 HORAS
CERRADO: DEL 1 DE FEBRERO AL 16 DE MAYO

    

 

  Ubicación geográfica

 

 

 

Sus restos se localizan al oeste de la provincia de Toledo, muy próximos al límite con la de Cáceres, en el término municipal de Navalmoralejo a cinco kilómetros en línea recta hacia el este del núcleo poblacional.
Al pie de las Sierras Ancha y Aguda, en las estribaciones occidentales de los Montes de Toledo, y asentada en uno de los márgenes abruptos y de grandes formaciones graníticas que surca el río Huso (o Uso) afluente meridional del río Tajo, se encuentra el yacimiento arqueológico de “Ciudad de Vascos”.

Esta antigua madina andalusí, emplazada en la propiedad particular de la finca “Las Cucañas”, aprovechaba un clima y un entorno hídrico quizá más propicio que el actual, beneficiándose del arroyo llamado de la Mora, que discurre por el oeste de la ciudad amurallada.

 Es precisamente en años de lluvias copiosas, cuando el entorno vegetal emerge y permite disfrutar de un auténtico espectáculo natural en primavera, entre almendros, encinas, acebuches, lentiscos, enebros y alguna cornicabra, que sumados a las sorprendentes estructuras que han permanecido, nos otorgan la privilegiada posibilidad de recuperar un resquicio de la historia de la presencia islámica en la Península Ibérica en un paisaje de agreste belleza, a 430 m. sobre el nivel del mar.

El primer impacto visual para el visitante son los restos defensivos de la ciudad. La muralla envuelve a la madina con una superficie interior de 8 hectáreas y una topografía muy abrupta en descenso hacia una vaguada. En la parte norte, sobre un cerro granítico dominante se levanta la alcazaba. Extramuros se conservan los restos de dos cementerios y, junto al arroyo de la Mora, los de un arrabal. Pero, aparte de estos elementos arquitectónicos que nos reflejan la intencionalidad política de quien los mandó levantar, las investigaciones realizadas nos permiten aproximarnos a la vida cotidiana de las gentes que habitaron la ciudad, sus zonas de trabajo y de ocio, su vida privada y pública, sus aspectos culturales y culturales y su relación con el más allá a través de sus lugares de enterramiento.
A continuación le invitamos a descubrir diferentes aspectos y dudas que genera este sorprendente enclave, que no recibió mucha atención por parte de las fuentes escritas antiguas, tanto islámicas como cristianas, y en el que los esfuerzos de un equipo de investigadores se centran en resolver las numerosas incógnitas de este paradigmático lugar.
 

  

¿POR QUE SE LLAMA VASCOS?

Una de las originalidades de este emplazamiento es precisamente su denominación, Vascos. A primera vista este topónimo nos llevaría a considerar que se tratase de una hipotética repoblación de gentes de origen vasco que habría llevado a fijarlo en tierras tan alejadas (como así pensaron en el siglo XVIII Cornide y Hermosilla, dos académicos que estudiaron el yacimiento). Pero ni mucho menos encontramos referencias textuales en ningún documento medieval por lo que la teoría se presenta poco convincente.
Referencias a Vascos como topónimo recogido en algunos deslindes, aparecen en documentos de los siglos XII y XIII. En el Libro de la Montería mandado redactar por Alfonso XI, en el Libro Tercero, capítulo XVII se señala que el berrocal de Vascos era bueno para cazar osos en invierno.

 
Referencias posteriores acerca del lugar se encuentran en las “Rela-ciones de Felipe II” publicadas por Viñas y Paz (Relaciones histórico-geográficas-estadísticas de los pueblos de España: Reino de Toledo, Madrid, 1963). Se trata de noticias transmitidas por las gentes de lugares cercanos. En ellas se dice:           
“A cuarto de legua de Fuentelapio estan ciertos edificios arruinados e caidos, a donde se dice haber sido una ciudad que se llama Bascos, cuyas muralla e cerca estan hoy enteras de cal e canto […]” 
 
         Relaciones Topográficas de Navalmoral y Fuentelapio (23/03/1576)
                                                                 (Viñas y Paz, 1963: 146)
 
“[…] una villeta que llaman los labradores la ciudad de Vascos, que está cercada de cal y piedra labrada, lo más de ello en cuadra de muy hermoso muro. Aunque no es ancho tiene una sola puerta y junto a la agua está una fortaleza terriza […]”

                Relaciones Topográficas de Talavera de la Reina (01/04/1576)
                                                                 (Viñas y Paz, 1963: 450)

Algunas de las investigaciones sobre la ciudad han tratado de averiguar cual es el nombre por el que las fuentes andalusíes podrían haber referenciado este enclave.
De esta forma uno de los primeros investigadores en proponer un topó-nimo diferente, fue Félix Hernández Giménez, que en un estudio sobre las vías de comunicación entre Córdoba y el noroeste peninsular, estableció tras un importante análisis de las fuentes, que el despoblado de Vascos, debía corresponder a la no localizada ciudad de Nafza, principal centro de asentamiento de la tribu bereber del mismo nombre (Hernández, 1967).


 

Esta hipótesis ha tenido algún seguidor (Guichard, 1976), pero ningún texto nos aclara si nos encontramos exactamente con este emplazamiento. Más bien lo contrario pues en un texto de Ibn Gālib publicado por J. Vallvé se nos indica que Talavera (de la Reina) tenía tres distritos, uno de los cuales era el de Basak. También se recogerá esta información por el geógrafo del siglo XII Yāqūt Al-Hamwī (Abd al Karim, 1974: 105; Vallvé,1975: 378). La referencia es, por tanto, a un territorio al que parece vincularse a nuestro yacimiento.
Aunque como vemos es complicada su identificación, se ha planteado la hipótesis de una combinación de ambos topónimos estableciendo el siguiente planteamiento: el nombre de la ciudad fue Nafza y el del distrito Vascos (Basak). Una vez que se despobló la ciudad, su nombre originario cayó en desuso hasta el extremo que se olvidó, pero no así el de su territorio que terminó por quedar vinculado a la ciudad abandonada, a la que terminaría por dar su nombre actual.
Aún así no estamos en condiciones de determinar la nomenclatura por la que se conoció el enclave en época andalusí, por ello el estudio y la investigación sobre su posible nombre están abiertos a futuros hallazgos epigráficos, o a otras teorías interpretativas que nos pudiesen aportar datos definitivos para resolver este dilema.

 

 ¿Cuando se fundó?

 

 

 

Si de una manera un tanto sorprendente, las fuentes árabes aparente-mente no aportan datos sobre este enclave, ello supone que tampoco tengamos información acerca del momento de su fundación y abandono, de su función y sentido originarios, y de las gentes que lo habitaron.
Lo que parece evidente es que se trata de una fundación omeya, con un sentido “oficial”, como parece transmitir, con una intencionalidad ideológica, la calidad constructiva de la muralla en algunos tramos y la monumentalidad de sus puertas. De esta forma se ha establecido una datación relativa, planteándose unas fechas entre el año 930 y el 950 aproximadamente. Probablemente esta ciudad se crearía a partir de una fortaleza precedente tipo hisn, que se ubicaría en el cerro donde hoy se levanta la Alcazaba

Así se plantea una doble posibilidad:
1) Que la fundación de la ciudad de Vascos se hubiese llevado a cabo durante el gobierno de ‘Abd al-Rahmān III, en el proceso de refuerzo de la frontera en el que deja a un lugarteniente el mawla Durrī, que tras reprimir un levantamiento, fue “encargado de realizar fortificaciones y reparar torres y atalayas “desde Atienza a Talavera” (Manzano, 1991: 357).
2) Que se tratase de una ciudad de nombre desconocido, señalada en algunos textos, indicando que se construyó o reconstruyó en la frontera de Toledo durante el mandato de al-Hakam  II y de la que se conoce el nombre de su arquitecto (Ahmad b. Nasr b. Jalid).


Extraído de www.ciudaddevascos.com

Recuerda los horarios de visita, solo podrás visitar este tesoro en en los horarios y fechas señaladas.
Por favor recordar que debéis proteger y mantener este monumento que tiene la condición de BIC (Bien de Interés Cultural).
No olvidéis , que podéis visitar el Centro de Interpretación, en Navalmoralejo, una vez en el pueblo podéis preguntar en algún bar, para que abran el recinto.
Esperamos que lo paséis tan bien buscando, como nosotros escondiendo.
Gracias

 

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