La Fundación
La ciudad de Segovia, desde 1480, en que los
Reyes Católicos le enajenaron todo el Sexmo de Valdemoro (Chinchón,
Valdelaguna, Villaconejos, Bayona, Ciempozuelos, San Martín de la
Vega, Seseña,...) y parte del Sexmo de Casarrubios (Odón, Sacedón,
Brunete, Quijorna, Cienvallejos, Tiracentenos, Zarzuela, La Cabeza,
la Veguilla, Serranillos, Moraleja Mayor, Moraleja de Enmedio...),
para hacer merced de todo ello a los marqueses de Moya, venía
realizando todo tipo de acciones ante la Corona para recuperar todo
lo que se le había substraído. Pasaban los años y nada conseguía.
Entre tanto, los baldíos de la ciudad, que se extendían desde
Brunete hasta Casarrubios, iban siendo ocupados por los vasallos de
los marqueses de Moya y por los del comendador don Gonzalo Chacón,
señor de Casarrubios, Arroyomolinos, El Álamo, Villamanta y
Valmojado. Por ello, a finales de 1.499, a fin de poner remedio a
tales ocupaciones y para mantener la jurisdicción en la zona,
decidió fundar una nueva población, a la que iba a denominar
Navalcarnero, exactamente en medio de los terrenos y las
poblaciones en conflicto.
Los seis vecinos de Perales, que labraban por
estos contornos, iban a ser la semilla con la que la ciudad de
Segovia acometería la empresa de fundar el nuevo pueblo. Durante el
verano de 1499 Segovia irá preparando la fundación para darle forma
de legalidad e implicar en ello a la Corona. Calladamente, el 19 de
septiembre de 1.499, consiguió hábilmente una provisión real de la
Corona en la que se ordenaba a la ciudad fuese a Navalcarnero para
poner alcaldes y alguacil, es decir para constituir el primer
Ayuntamiento.
El miércoles 10 de Octubre de 1499 el
representante del concejo segoviano, Hernán Pérez, se trasladó
hasta Navalcarnero, reunió cinco vecinos de Perales, pues uno
estaba ausente, y en un acto sencillo se procedió a la elección del
primer Ayuntamiento que tuvo Navalcarnero. Con este sencillo acto,
la ciudad, acababa de fundar un nuevo pueblo: Navalcarnero. Los
seis vecinos de Perales, que, ni tan siquiera tenían casa aquí,
pasaban a ser vecinos de la nueva población.
Fue éste el primer concejo de Navalcarnero,
formado por dos alcaldes, cada uno con sus funciones, tal como era
costumbre en la época, y por un alguacil. Los alcaldes iban a
"entender" en asuntos que no sobrepasasen los sesenta maravedís.
Todo lo que superara dicha cantidad tendrían que remitirlo a
Segovia, para que allí se resolviese en justicia.
Guerra de las Comunidades
A poco de fundado Navalcarnero, sobre 1521, se
vive en Castilla una importante contienda en defensa de los fueros
comunales, la guerra de las Comunidades. A la llamada de Segovia
acude Navalcarnero encabezado por Alonso de Arreo, regidor y
procurador del Concejo del Municipio.
Privilegio de villazgo
Navalcarnero estuvo bajo la jurisdicción de
Segovia desde 1499 hasta 1627, es decir, 128 años. Durante ese
largo período los embates de los señoríos cercanos para acabar con
la nueva población segoviana fueron continuos. Cuatro veces fue
quemada y varias más intentaron arrasarla a mano armada. La ciudad
asumió la defensa de Navalcarnero desde el primer momento,
respondiendo a cada uno de los ataques con contundencia. Contra los
marqueses de Moya y sus sucesores, que pretendían quedarse con la
propiedad de la dehesa Marimartín, sostuvo la ciudad un pleito en
defensa del término de Navalcarnero que duró desde la fundación
hasta el año 1592, es decir, noventa y tres años. Contra el
comendador don Gonzalo Chacón y sus sucesores, que intentaban
quedarse con el resto del término de Navalcarnero, incluida la
misma población, sostuvo la ciudad otro pleito en defensa de
nuestra villa que duró desde la fundación hasta el año 1617, es
decir, ciento diez y ocho años. Ambos pleitos fueron costeados por
la Ciudad y Tierra de Segovia para que nuestra población
permaneciese dentro de la Comunidad, es decir, bajo la jurisdicción
segoviana.
Estas dificultades templaron el ánimo de los
pobladores desde el primer momento y forjaron hombres duros,
dispuestos a sobrevivir en la adversidad, con vocación de
permanencia y con iniciativa para mejorar sus condiciones de vida.
Acabados los pleitos principales, como hemos señalado, en 1592 con
los sucesores de los marqueses de Moya y en 1617 con los sucesores
de Gonzalo Chacón, diez años después, en 1627, el vecindario se
emancipó de Segovia comprando su propia jurisdicción a la Corona,
haciéndose Villa independiente. El disgusto que esta emancipación
proporcionó a Segovia fue grande y luchó denodadamente para que no
se produjera. Mas Navalcarnero nunca renegó de sus raíces y buena
prueba de ello es que adoptó el escudo de las armas de Segovia para
mantenerlo en su propio escudo de armas.
Estancia de los jesuitas
La primitiva parroquia de Navalcarnero
pertenecía al Arciprestazgo de Casarrubios. El primer párroco fue
el doctor Don Juan Bautista de Madrid, quien decidió en 1563,
solicitar de su Santidad Pío IV que uniese el curato con un
Colegio-Casa de los Jesuitas que el Colegio de Jesús de Alcalá de
Henares, tenía previsto fundar en nuestro pueblo.
La Compañía de Jesús entró en Navalcarnero en
octubre del año 1566, fundando su casa en el cementerio de la
parroquia, donde continuó hasta su expulsión por Carlos III en
1767.
El seminario de estudios creado por los
jesuitas, alcanzó gran prestigio, aumentando día a día el número de
discípulos que asistían provenientes de otras comarcas. En el año
1576, se pasó el Noviciado que estaba en Alcalá a Navalcarnero,
continuando aquí hasta el año 1600 en que se trasladó a Madrid.
El pueblo de Navalcarnero, descontento con la
situación, quiere su cura propio para que regente su Iglesia
Parroquial. Además, existe una cuestión económica ya que los
recursos con que contaba la parroquia eran administrados por el
Rector. Navalcarnero entabla, por tanto, varios pleitos con la
Compañía pero sin resultado favorable. Incluso, se quiso fundar una
viceparroquia, utilizando para ello la iglesia de San José, pero
fracasó por la oposición que de ello hicieron los jesuitas.
Bodas Reales. Privilegio de intitularse "Villa
Real"
El 7 de octubre de 1649, Navalcarnero fue
testigo del acontecimiento más importante de toda su historia: las
velaciones del rey Felipe IV con su sobrina la archiduquesa Doña
Mariana de Austria.
El agradecimiento de Felipe IV a Navalcarnero
por haber tenido lugar en el mismo su Real Casamiento... y para que
haya memoria dello fue la concesión del privilegio, fechado en
Madrid, el día 4 de Junio de 1651, por el que otorgaba a la villa
la merced de que pudiera intitularse "La Villa de Villa Real de
Navalcarnero". El título de "Villa" ya le había sido otorgado a
Navalcarnero en el año 1627, al emanciparse de Segovia, ahora con
motivo de la Boda Real conseguía de Felipe IV poder añadir a éste
el de "Villa Real". Es, por tanto, doblemente "Villa". De ahí la
intitulación que le da el privilegio: la hago, e yntitulo, la Villa
de Villa Real de Navalcarnero.
La cédula real de la concesión decía así: Por
quanto teniendo consideración a la ocasión de haver celebrado mi
Real Casamiento con la serenísima Reyna Doña Mariana de Austria mi
muy cara y muy amada muger en la Villa de Naval Carnero, y por
haver ella rezivido el honor y por que aya memoria dello he tenido
por vien de hazer la merced como por esta se la hago de que de aquí
adelante perpetuamente, para siempre xamas la dicha Villa de Naval
Carnero, se pueda llamar e yntitule y la hago, eyntitulo, La Villa
de la Villa Real de Navalcarnero. Y con esta conformidad mando que
sea tratada por escripto y de palabra y a los del mi Consejo,
Presidente y oidores de las mis audiencias y chancillerías y otros
qualesquier mis juezes y justicias y personas de todas las
ciudades, Villas y lugares desto mis Reynos y señoríos que guarden
y cumplan y hagan guardar y cumpliresta mi Cedula y lo en ella
contenido. Fecha en Madrid a 4 de Junio de 1651. Confirmada de S.M.
Refrendada y señalada de los dichos.
El otorgamiento del título de "Villa Real"
concedido por Felipe IV a Navalcarnero sucedía 26 años después de
la emancipación. En estos momentos la población se hallaba en un
compás de espera. En el siglo XVIII dará un salto cuantitativo y a
finales del siglo XIX suscitará la admiración en los escritores por
el espíritu luchador de sus vecinos y el desarrollo alcanzado en la
villa a causa de ello.
Este testimonio es un bello canto a la tenacidad
de los moradores de este pueblo que se forjó en el mar revuelto de
la adversidad, el cual nació más tarde que la mayoría de las
poblaciones de la comarca y alcanzó, sin embargo, cotas superiores
de prosperidad y preeminencia sobre las poblaciones que le rodean,
siendo designado, por ello, cabeza de Partido Judicial, cuyo ámbito
engloba una veintena de pueblos.
Guerra de Sucesión y Guerra de
Independencia
En la Guerra de Sucesión, Navalcarnero tomó
parte aprovisionando a las tropas de Felipe V de Borbón por orden
del Consejo de Castilla.
También tuvo un papel destacado en la Guerra de
Independencia, en la que el alcalde Antonio Celedonio Lorente envió
noticias a Talavera, Trujillo, Badajoz y Sevilla el día 2 de mayo
de 1808, del alzamiento contra los franceses en Madrid, con el fin
de que concurrieran a la defensa de la patria. El resultado fue que
toda Extremadura se armó en breves días para combatir al
invasor.
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