Lira es una de las diecisiete parroquias de Salvaterra de Miño, que junto a Uma y Vilacoba, se encuentran al norte prácticamente separadas del resto del concello debido a la autovía A-52. Uma y Vilacova, además y sorprendentemente, son políticamente como dos islas en el medio de los concellos de As Neves y Ponteareas, pues están separadas individualmente de Salvaterra de Miño.
La parroquia que nos ocupa en esta publicación es la de Lira y para conocer este lugar nos vamos precisamente a unos metros de la iglesia parroquial de San Simón de Lira en donde encontraremos en medio de la vegetación los restos de una gran casa rectoral.
Pasaron mejores tiempos por Lira, ya que la parroquia era paso del camino real, no solo hacia el santuario de A Franqueira, sino también hacia Castilla y por ello pasaban decenas de viajantes y transportes por sus tierras. Incluso la parroquia albergaba los días 5 y 18 de cada mes una de las ferias más importantes de ganado de Galicia, en la que ganaderos de toda la comarca traían sus reses para la venta y acudían tratantes de toda la provincia. Eran otros tiempos, incluso los días que no había feria por cuadrar en domingo, la juventud se las arreglaba para coincidir en el lugar y festejar a su manera.
Pero por desgracia hoy por Lira ya no pasa nadie… Las nuevas vías de comunicación provocaron que el paso por la parroquia ya no fuera obligado y con la decadencia de la feria y el éxodo rural aquel bullicio poco a poco comenzó a disiparse.
Pero esta gran casa rectoral solo es un resto de aquel pasado y hoy sus muros se funden y desvanecen con la vegetación. No sabemos mucho sobre la casa, pero se podría decir que es una casa del siglo XVIII y que pudo estar habitada o en buen estado hasta el siglo pasado, probablemente hasta la década de los 60. Sabemos que el párroco de las parroquias de Oliveira y Lira, el padre Feliciano, último inquilino conocido de la casa, decidió irse a vivir a la casa de San Mateo de Oliveira por esa época, que estaba en mejores condiciones.
Es una delicia y a la vez una pena, ver la estructura de la antigua casa junto a las grandes rocas de una de sus fachadas. Bodegas, escaleras de piedra, restos de vigas de madera, estanterías de piedra, cobertizos y hasta los restos de un lagar que se encontraba en una de las edificaciones anexas.
El cementerio nuevo y la iglesia parroquial de Lira se encuentran a tiro de piedra. Se trata de una iglesia barroca probablemente del siglo XVIII, con numerosas modificaciones en los siglos posteriores. Por la parte de arriba podremos ver un rústico depósito de agua que se llena gracias a dos minas artesanales situadas unos metros más arriba
Información extraído del blog galiciamaxica.eu