A medio camino entre las aldeas de Bouzas y Presqueira se levanta una suave loma de 635 metros. Sobre ella se alza una pequeña capilla dedicada a San Vitorio y a tan solo unos metros una roca sobresale del suelo y sobre ella un pedrusco aguanta un cruceiro. motivo de la colocación del cruceiro y la capilla no es más que un hecho sacralizador de un posible lugar de culto de orígenes milenarios ya que sobre la roca que sobresale existen varios petroglifos de forma concéntrica e incluso uno que pudiera ser serpentiforme. En la roca que se apoya se labró posteriormente al Angel de la Agonía y en la cruz el Cristo crucificado. Podremos observar también en la roca base dos cruces que pudieran ser indicadores de término pues la división parroquial de Presqueira tiene aquí sus límites.
El lugar despide una gran energía y es que desde aquí te creerás estar al lado de los astros y no por su altitud pero sí por su situación despejada. Podrás ver el sol caer sobre el horizonte así como verlo despertar cada mañana sobre él. Aquí, durante una puesta de sol, te darás cuenta de que el petroglifo circular que tiene dos líneas hacia abajo parece seguir al astro rey en su camino hacia el horizonte. Se cuenta que la sombra de la roca marca los solsticios en el mismo gravado rupestre. Por eso es posible que estemos ante un altar de culto a los astros, al sol, a las estrellas o a la luna.
Muy cerca de la ermita, mas allá del altar, si te sientas debajo del cerezo encontrarás lo que buscas.