Una voz profunda y metalizada suena en el recinto...
- Hola Agüela Jones.... Tengo un juego para ti...
La voz despierta a la Agüela Jones, siente un terrible dolor de cabeza y no acaba de saber donde se encuentra.
Tumbada en una fría estructura intenta levantarse pero una fuerza la retiene. Baja la vista y se ve a sí misma encadenada a un tubo oxidado, en una vieja fábrica abandonada. El tubo se sujeta por apenas un par de débiles barras oxidadas.
Frente a ella un monitor muestra la cara de una especie de marioneta de un payaso. Mirándola fijamente y sonriendo de manera terrorífica.
- Hace unos días- continua la metálica voz del payaso - escapaste por el subsuelo polvoriento en una Gran Evasión. Hoy necesitaras más suerte.
Un extraño chirrido metálico suena bajo la Agüela Jones. El tubo está cediendo a su peso.
- Te encuentras encadenada a un endeble tubo que colapsara con tu peso si intentas moverte. Si no lo haces igualmente colapsará en el espacio de pocos minutos que aguante esta estructura.
- Quizá puedas salvarte... si tienes suerte.... Un grupo de lugareños está acercándose a la fábrica. He dejado unas marcas dibujadas en la pared que conducen al tubo donde estas. Si se equivocan de camino, encontrarán una muerte segura también, pues hay un montón de pozos y agujeros que no se ven hasta que es demasiado tarde.
- Y si llegan hasta ti, el problema es que deberán cruzar otra estructura, incluso más endeble, a punto de colapsar, para llegar hasta donde te encuentras. Debes saber que a tu espalda, una caja hermética libera tus ataduras y deberán usar su mejor destreza para abrirla en el tiempo record antes de que todo colapse. Solo tienen apenas 30 segundos.
- Si fracasan, mi venganza se tomará varias vidas en el camino. ¿No te parece divertido mi juego?
De repente... la pantalla se oscurece y se oye una risa malévola mientras en el monitor aparece un mensaje parpadeante "SAW-SAW-SAW-SAW-SAW-SAW-SAW-SAW-SAW-SAW-SAW-SAW-SAW-SAW"
Y luego... Oscuridad y silencio...
El tubo chirría de nuevo y cede un par de milímetros. Bajando la vista la Agüela Jones ve una muerte garantizada... y más allá, de su alcance, a apenas 2 metros la caja que contiene la libertad. Herméticamente cerrada.
Se oyen unas voces lejanas. Al intentar gritar la Agüela Jones nota que un trapo enmudece su intento de pedir ayuda.
Cierra los ojos... La suerte está echada... ¿Será su final y la de los lugareños o podrá vivir para explicarlo?.
La Agüela Jones agradece a Jaumet la transcripción de su aventura en Saw
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