Skip to content

El Barco de Ávila - Mercado de los lunes Traditional Cache

Hidden : 1/8/2015
Difficulty:
1.5 out of 5
Terrain:
1.5 out of 5

Size: Size:   micro (micro)

Join now to view geocache location details. It's free!

Watch

How Geocaching Works

Please note Use of geocaching.com services is subject to the terms and conditions in our disclaimer.

Geocache Description:


El Barco de Ávila - Mercado de los lunes

MERCADO DE LOS LUNES

 

El rey Alfonso VIII de Castilla autorizó en el Fuero concedido a esta Villa la celebración de dos ferias anuales a celebrarse en marzo y octubre. El Duque de Alba dio permiso para celebrar otra en mayo y ya dentro del siglo XX se autorizó la celebración de otra en agosto.

Cuéntase con otra importante concesión hecha por Alfonso VIII al dar el Fuero al Barco; la de un mercado semanal en los lunes; y así ha llegado hasta nuestros días. Es tan reducido el término municipal del Barco, que desde la desamortización, que disolvió el Castro o Asocio de Villa y Tierra, vive este pueblo casi exclusivamente del mercado: vive del lunes.

Nuestro mercado tiene gran importancia, presentando dos aspectos absolutamente diferentes, según se trate del mercado de invierno, desde la feria de octubre hasta la de mayo, o el de verano, desde mayo a Santa Teresa.

Los mercados de invierno son pequeñas ferias semanales, con todas las características de éstas; con todos sus alardes de movimiento y color; con todo su aire serrano y con todas las facetas del espíritu de estos vetones: serios, callados, derechos, inmóviles; no pregonan jamás su mercancía, ni la exhiben en forma de anuncio. Si algún vendedor veis que pregona, habla o llama a un transeúnte, ese no es de esta tierra, ese no es serrano.

Como el invierno es muy crudo en este país, hasta entrada la mañana no salen de los pueblos las caravanas de labradores y ganaderos, ya naturalmente con sus trajes de invierno; por todos los caminos y carreteras acuden al mercado, no formalizándose éste hasta casi mediar el día. Vienen en borriquillos los más, algunos en yeguas, pocos en jacas, y todos con ropas de abrigo, pero tan características de cada tribu o valle, que aquí no hace falta preguntar a nadie de que pueblo es; basta con mirarle. Unos se presentan vistiendo los coletos de cuero curtido y sus zahones; otros con zamarras, coleto y calzón de piel de carnero, con la lana hacia fuera, con su montera vetona también de cuero, y ya casi abandonada; algunos con abarcas. Cuando bajan de la sierra representan la aparición de los iberos y celtas. Los de otros pueblos se atavían con chaleco, chaqueta y calzón; muchos ya con pantalón, de fuerte paño y variando el color de éste según los valles. Casi ninguna de estas gentes se olvida de su menta de Lumbrales o de su berrendo.

Las mujeres, que trabajan tanto como los hombres, cargándose costales de gran peso, se visten con pañuelo a la cabeza (muy pocas con sombrero de fieltro, casi igual al de los hombres), pañuelos típicos para cada pueblo; con jubón de lana, pañuelo atado atrás, muy raros rebocillos, buen golpe de manteos, echándose por cierto como abrigo para la lluvia y nieve, por la cabeza, el manteo primero, o de encima.

Cuando llegan al Barco, si traen a vender patatas, se dirigen a la plazuela de las Acacias o de la Iglesia, invadiendo incuso las calles cercanas; suelen ser del Aravalle, Navalonguilla, la Nava, la Aliseda y de la Aldehuela. Las que traen trigo, cebada, centeno, o algarrobas, descargan los costales en la parte derecha de la Plaza Mayor; son casi todas gentes del Concejo de Caballeros, Horcajada, Encinares, Gallegos, etc. El mercado de granos y el de patatas, con más o menos oscilaciones, dura todo el año y es muy importante.

Preséntanse después de Santa Teresa las castañas del Aravalle, las bellotas de encina y roble de la Horcajada y Encinares que exhiben en medio y al Oeste de la Plaza.

 

Acompáñanles algún tiempo los cosecheros de nueces, las que han adquirido en estos años elevado precio. Al Oeste de la Plaza se sitúan los vendedores de alubias; pocas riojanas, más asturianas y manchadas; porque aquí, las alubias se venden directamente a los exportadores. En otros tiempos se hacía en ese sitio gran mercado de lino, estopa y linaza, por desgracia ya casi desaparecido. Del Concejo de la Carrera y de tierras de Gilbuena, Tejado, etc. bajan, en escasa cantidad, algunos sacos de garbanzos.

Al Este de la Plaza Mayor y casi en medio, para buscar el Sol, se ponen los del Valle del Jerte, vendedores más dicharacheros, de castañas, naranjas, limones, limas, granadas, higos secos, castañas pilongas, orégano, laurel y algunas rezagadas uvas.

Hacia el Consistorio se colocan los triperos, especieros, pañeros, herreros, abarqueros de neumáticos, y algo más al centro, las cacharreras con su loza y cristal, los hojalateros, los carpinteros de arcas, banquetillas y taburetes, y los pimenteros: unos con pimiento molido y otros con las guindillas y pimiento verde.

Es de mucha importancia en el invierno, el mercado de carnes de cerdo, cuyas mesas se aglomeran en el Sur de la Plaza y en el Azoguejo, vecinos de algunos buhoneros cesteros, vendedores de navajas, varios zapateros y sombrereros. Abundan en la calle de la Tea los puestos de cebollas verduras, sogas, palas, ruedos, y las panaderas de la Horcajada, pero ya no traen el nutritivo, digestivo y sano pan integral, con toda harina; ni las clásicas molletas de centeno, ni los bodigos.

En la calle Mayor están las mesas de las bolleras, panaderas, ajeras, fruteras, fresqueros, tripicalleros, con el antiguo guiso de los desperdicios de las reses, o sea el carajote (que así llaman a los duelos y quebrantos que comía los sábados Don Quijote) codeándose con tocineros y manteros.

Los puchereros y alfareros descargan la mercancía al final de la calle Mayor, en la plaza de los Vados. En varias puertas de casas se vender verduras, peros y peras, cebollas, botellas, latas de petróleo vacías y sacos usados.

Buen golpe de comarcanas van por las casas a rogar, a vender, huevos, aves, truchas, tostones, algún cordero y más cabritos; carnes de cerdo, lomos y jamones, y aunque pocas veces, hasta mantequilla y leche gorda.

Por las calles hácese también venta ambulante de bacalao, queso manchego y de Villalón, y aceitunas. Por los alrededores de los Santos y por Semana Santa, no faltan los puestos con velas y sobre todo, con cerilla amarilla para las clásicas ofrendas.

El mercado de ganado vacuno es casi un teso, como en feria, presentándose en las Eras hasta 1.000 cabezas. Allí y en el Campillo, reúnense cientos de cerdos, cabras, algunas ovejas y muy pocas caballerías.

En estos lunes, verdaderas fiestas en la villa, por las calles, de ordinario solitarias y silentes, se ve pulular a la muchedumbre lugareña, que ha conseguido sus ingresos con la compra y la venta, y llena los comercios, las casas de comidas y tabernas. Ya hemos dicho que los ganaderos por no abandonar sus vacas, traen sus meriendas y comen en el teso.

Las mujeres van de comercio en comercio, viendo y escogiendo telas y galas que necesitan en el pueblo, o se han de lucir en las fiestas del Patrón, y echan al fin lo que creen ellas más barato. Es característico de las gentes serranas el regateo hasta la exageración, lo mismo para vender que para comprar; así también la desconfianza en todos y en todo, sonando, mordiendo, sobando la peseta que se las entrega y remirando por los cuatro costados lo que compran.

Los días de mercado les aprovechan los habitantes que a él vienen, para consultar al abogado, sobre complicados pleitos en que se debaten una hora de riego, la posesión de una linde o de un paso, la demora de un préstamo, el derecho sucesorio, o las partijas de una herencia. Visitan al notario para hacer sus más importantes documentos, aunque siempre tienden al económico documento u obligación privado; y ven al registrador que tiene que inscribirles un derecho. Algunos consultan con el médico, o van al practicante a que les haga una pequeña operación. No olvidan al juez, por si directa o indirectamente pueden meter un cacho de influencia.

 

Tomado del libro:

Fisiografía e Historia del Barco de Ávila. Nicolás de la Fuente Arrimadas.

 

 

El cache es micho magnético. Llevar máquina de escribir. Discreción y disfrutar.

This page was generated by Geocaching Portugal Listing Generator

Additional Hints (Decrypt)

Zntargvpb, ab ncnedhrf ybf yharf.

Decryption Key

A|B|C|D|E|F|G|H|I|J|K|L|M
-------------------------
N|O|P|Q|R|S|T|U|V|W|X|Y|Z

(letter above equals below, and vice versa)