Es en este punto desde donde el Duero comienza a compartir sus orillas con Portugal, a partir de la pared de la presa el margen derecho es Portugal, el otro español…
Con el fin de aprovechar también los caudales de la Ribera de Castro, y sobre todo ante la imposibilidad de situar la presa aguas debajo de la confluencia de ambos, por ser este el punto de inicio del aprovechamiento portugués, la solución adoptada fue la de situar la presa aguas arriba de dicho punto y cerrar la Ribera con un dique que incorporaría la central, comunicando ambos embalses mediante dos túneles.
Fue puesta en marcha el 12 de diciembre de 1952, momento en el que comenzó a funcionar la Central de Castro I. Posteriormente, debido al cambio de política de Iberduero de los años 70, que afecto a muchas de las presas del río Duero, el 1 de enero de 1974, después de hacer un recrecimiento de la presa, entró en funcionamiento la Central de Castro II.
Al lado de la presa se localiza el poblado del Salto de Castro, levantado en su día para dar cobijo a las familias de los obreros que la construían.