Un pequeño gran escalador ha escondido un tesorillo en el que hay que hacer una de las cosas que a él más le gusta: trepar.
Este escondite os plantea un pequeño reto de escalada, no muy diferente a las trepadillas que se pueden encontrar en las más pedriceras sendas del entorno.
La aproximación es sencilla, pero para haceros con la cajita tenéis que superar un paso que, pese a las varias escalas de graduación que hay, y las infinitas opiniones, interpretaciones y escuelas de pensamiento existentes sobre ellas, hemos calificado como de II+. En la escala francesa no se usa el + para graduaciones menores a V, pero en este caso lo añadimos... el + indicaría que tiene una pequeña dificultad añadida..¡coger el caché!
En primer lugar, hay que superar un bloque y llegar a una repisa a unos 3 metros de alto, sin apenas exposición. Una vez en ella, el lugar donde está la cajita es bastante evidente, y para cogerla se pueden usar tres técnicas:
Bavaresa: soltando la mano izquierda y descargando el peso sobre el pie derecho y la mano derecha. La más bonita de las tres posibilidades, es un paso ideal para, en esa pose, que os hagan una foto "de escalador" muy resultona. Es la más elegante de las tres, agradecemos si subes tu foto escalando de esta manera.
Adherencia: subiendo verticalmente, paso a paso, con el cuerpo muy pegado a la roca, descargando el peso en los pies y confiando en ellos, usando las manos como puntos de equilibrio pero con mínima sujeción. Unos pies de gato garantizan el éxito en la misión, y la foto también queda bastante bonita.
Urbana: de pie y simplemente estirando la mano como si llamaras a un taxi. El escondite permite que para quienes tengan una estatura superior a 1,70 m. no sea necesaria utilizar ninguna técnca de escalada, más que la necesaria para llegar a la repisa. Reservada a miedicas, perezosos, blanditos y otras gentes de mal vivir. ¡Aunque también quisiera ver la foto!
