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El pozo VG Traditional Geocache

Hidden : 2/25/2013
Difficulty:
2.5 out of 5
Terrain:
4 out of 5

Size: Size:   small (small)

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Geocache Description:

Descubre el secreto del pozo : la historia de amor entre el apuesto Leonardo y la hermosa Rosario.
No olvides disfrutar del entorno.




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El pozo VG

Descubre el secreto del pozo : la historia de amor entre el apuesto Leonardo y la hermosa Rosario.
No olvides disfrutar del entorno.


En el resplandeciente brillo de la tarde, mezcladas las brisas y esencias del bosque, cada día se adentraban en la zona nuestros enamorados, cruzando las miradas sin mediar palabra, y observandose camuflados entre el verde natural, donde el letargo descanso de los miradores.
Día tras día las horas se hacían eternas, hasta llegar los minutos en que se encontraban merodeando el pozo...

Rosario era de buena familia, todo en ella era agraciado, por eso cuando pasaba delante de la iglesia las otras chicas la miraban con envidia y los chicos con deseo.
Leonardo era un chico alto y fuerte, de una familia humilde que vivían del campo. Lo conocían como: 'Leonardo el campesino'.

Ella deseosa de conocerlo caminó hacia él, le saludó y le dijo que venía de dar un paseo. Le preguntó cuál era su nombre y si era del pueblo...
- Leonardo es mi nombre y sí que vivo en el pueblo. Y ¿tú como te llamas?
- Rosario es mi nombre, pero todos me dicen Rosa
- Yo también te lo diré, porque eres bonita como ella
- Yo a ti te llamaré Nardo, que es más bonito y más corto...
Así fueron charlando un rato, pero cuando se acercaban al pueblo a ella le entraron las prisas y se despidió diciendo al muchacho: “No cuentes a nadie que he hablado contigo... Así mañana nos veremos, y día trás día si así lo deseas”.

La siguiente tarde subió el muchacho al pinar sin poder olvidar a la moza que la tarde anterior le había dicho: “Mañana nos veremos”. Parecía que era una cita, ¿la encontraría de nuevo?...
La vió de nuevo en el pozo y bajaron juntos una vez más, charlando y riendo. Tres veces le dijo guapa. Al despedirse, ella le dió un rápido beso antes de entrar en el pueblo diciéndole: “Hasta mañana”

Todas las tardes se veían la Rosa y el Nardo... Y no sospechaban en casa de ninguno de ellos. Y así los jóvenes se fueron enamorando .
Él le dijo un día:
- Hace días que te veía en el pozo pero no me acercaba porque eres muy bella y no me atrevía a hablarte...
Ella sin rubor contestó:
- También te he visto pasear por el pozo
- ¿Y cuando ha sido eso?
- El primer día que nos vimos. Y te estuve contemplando.
- Pues desde ese día no me acerco al pozo, para no molestarte, pero escondido te contemplo.
- Ya sé que me miras desde lejos. ¿Por qué no vamos juntos? Eso es lo que quiero.
- Desde ahora así lo haremos.
Y así se hicieron amantes y empezaron a gozar de sus cuerpos.

Una tarde el Nardo y la Rosa jugaban cerca del pozo cuando alguien, que no andaba muy lejos, oyó sus risas y alegrías, quiso verlos de cerca.
Se acercó para ver quienes eran, muy escondido. Ellos no lo vieron y siguieron gozando de sus juegos.
No le faltó tiempo al fisgón para extender y adornar la noticia en el pueblo.
De boca en boca corrió... Se fueron agregando detalles, inventados gran parte de ellos.
Pronto las madres se vieron envueltas en cuchicheos, en silencios expresivos, en miradas...

Su madre llamó a Rosa a su cuarto y con voz firme le dijo:
- No quiero que trascienda lo que hablemos ni que lenguas mordaces lo extiendan por el pueblo.
A mis oídos ha llegado eso que corre por el pueblo que se refiere a ti y a ese muchacho que dicen 'el campesino'. Que si sois amantes, que os han visto en cueros retozando en el monte...
Que ensuciáis el buen nombre de esta casa y me faltáis al respeto. Sabes que esa gente es pobre y va por tu dinero.
Te prohíbo que hables con él. No vuelvas a verle.
Quedó triste la niña y se vió sometida al encierro que su madre ordenó sin límite de tiempo.

A Nardo, su madre le habló de lo que se decía en el pueblo.
- Hay muy malas lenguas, madre, pero es verdad que nos vemos y jugamos.
Sobre todo nos queremos.
- Pues ese amor no te conviene, no es de tu condición y su familia es de usureros.
No vuelvas a ver a la niña, Leonardo, te lo ordeno.
El muchacho vió que su madre truncaba así sus amores y decidió seguir en secreto.
Mil veces trató de ver a Rosa, mil artimañas se le ocurrieron. Al fin pudo hacer que una noche se vieran en la ventana y pudieran hablar tranquilamente.
Era tanta su desesperación cuando vieron frustrar sus intentos de verse de nuevo, que decidieron escapar de sus casas y mostrar su amor en el pueblo para vengar las malas lenguas y callar cuchicheos.

Una noche escaparon de casa y se esperaron en la calle del Puerto.
Después de un largo beso, abrazados y en silencio,recorrieron el camino del pozo .
Una vez llegados los muchachos desaparecieron...
Al día siguiente en sus casas los echaron de menos y corrió la voz de alarma.
Les buscó todo el pueblo. A la caída de la tarde, subieron al pozo y la luz de la Luna mostró el reflejo de sus cuerpos.

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