Si quieres leer y profundizar más del lugar que lo que se ofrece en la página de caché, pincha aquí
El motivo
El Castro de La Loma es un importante yacimiento arqueológico compuesto por las ruinas de un “oppidum” (ciudad fortificada) cántabro, probablemente tamárico, y los restos de varios campamentos provisionales romanos que llevaron a cabo su asedio en el siglo I antes de Cristo y tras una o varias batallas de gran magnitud, el lugar quedó arrasado por completo.
El yacimiento fue descubierto en 2003, año en que comienzan las excavaciones arqueológicas que sacan a la luz importantes vestigios relacionados con las Guerras Cántabras, conflicto formidable que apenas hay registros históricos. Entre los más impresionantes rastros que se empiezan a recuperar, sin duda destaca este.
Los restos más antiguos del castro tamárico datan de la Edad de Hierro. Son grandes murallas e importantes fosos que hacen pensar en una población importante. De hecho, algunos expertos piensan que sea la capital Tamárica (en vez de Velilla del Río Carrión, pero estos son sólo hipótesis). Un dato curioso es que la muralla está formada por dos murallas superpuestas, y la profundidad del foso, de unos 4 m, tallado en la roca, toda una obra faraónica. Los trabajos de construcción y fortificación se calcula que tuvieron que ser llevados a cabo por varios miles de personas. Aunque no se han encontrado evidencias, se cree que debía disponer de necrópolis.
Posteriormente aparecieron en las cercanías los restos de varios campamentos provisionales romanos (es lo que hace único este yacimiento) que rodeaban el castro, con sus correspondientes fortificaciones, donde se han encontrado puntas de flecha (más de 600, lo que da una idea del asedio al que fue sometido el castro), proyectiles de catapulta, puntas de “pilum” (lanza o jabalina de 2 metros), monedas de la época de Augusto, e incluso clavijas de tiendas de campaña. Al oeste se encontró un pequeño “castellum” (fortín romano usado como torre de vigía, dentro del sistema de fortificación de los “limes” o fronteras) de forma ovalada y un sistema de trincheras que salían del recinto defensivo, descendiendo hacia el río para rodear el castro.
Una vez logrado su objetivo, la maquinaria de guerra romana abandonó el lugar, que nunca más volvió a ser habitado.
El lugar
Otro tesoro más de la Montaña Palentina, término municipal de Santibáñez de la Peña, en el barrio de La Estación, en un paraje conocido como “La Loma” (elevación de poca altura), un alto situado al sur de la localidad que domina la zona junto al río Valdavia, una localización clásica en recintos fortificados similares.
De hecho, si damos una vuelta por la zona, podemos comprobar que el castro está formado por un conjunto de colinas redondeadas de aspecto común que guardan en su interior los secretos de una época apasionante.
En 2006, el director de las excavaciones tramitó la documentación para que la Junta de Castilla y León declare este asentamiento BIC (Bien de Interés Cultural).Tras cuatro campañas de excavaciones, el yacimiento se encuentra en estado de abandono, corriendo un grave riesgo de expolio, por lo que se encuentra en la “Lista roja de Patrimonio español en peligro (no dudes en cliquear)” es un listado creado por la asociación española sin ánimo de lucro “Hispania Nostraen” en el año 2006. Dicha lista aspira a recoger aquellos elementos del Patrimonio Histórico español que se encuentren sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores.
El caché
Es un bote hermético y cerrado a presión que contiene (además del logbook con su stash-note y un mini-lápiz) los siguientes objetos para intercambiar: 4 chapa, 1 pin, 3 muñequitos, 1 crucifijo y un llavero.