Este lugar es, visto sobre un mapa topográfico, un nombre entre tantos otros, claramente remoto y seguramente solitario.
Lo encontré por casualidad, bajando desde Loma de Pandasco hacia La Nava. NO recomiendo buscar este caché por este camino, pues el riesgo de caída es alto.
Sin embargo, si accedes desde la pista que conduce a La Nava, popularmente conocida como Las Zetas, no tendrás ningún problema.
Llegarás al nacimiento del Arroyo de la Peña, que en poco más de un km. se funde con el Arroyo del Chivato, para engrosar luego el caudal del Arroyo de los Hoyos de la Sierra, este sí, afluente del río Manzanares.
El lugar, al abrigo de la dureza de la Cuerda Larga, es un amable, suave y amplio vallecito con espectaculares vistas hacia el Sur, verde como pocos en La Pedriza, incluso en verano.
Tal verdor se debe a la abundancia de manantiales que, encharcando el terreno, hay por doquier, los cuales aportando cada uno algo de agua consiguen crear este arroyo permanente.
El paisaje es de praderío de montaña, casi alpino, con mullida hierba que lo hace ideal para vivaquear o, quizás mejor, acampar; tan mullido que incluso si te caes, no te harás daño.
Un sitio remoto, tranquilo, donde olvidarse de todo. Espero que allí encuentres lo que buscas, como me pasó a mí.