Hoy por fin he conseguido acercarme a este risco, con forma de dedo enhiesto apuntando al cielo, que tanto me llamaba la atención cuando rodeaba el pantano por la carretera, a la ida o vuelta de Manzanares.
Se encuentra situado en la parte más oriental de la Pedriza y posiblemente en una de sus zonas menos transitada. Aunque no tiene una marcha de aproximación larga ni dura, el último tercio discurre por un terreno de jara y matorral espeso, sin un sendero bien definido pero jalonado por algún hito que he reforzado y que las cabras se encargarán de desbaratar. Mi recomendación es acceder desde la zona del Cancho del Berrueco por la pista que pasa cerca de la cantera del Arroyo de Coberteros.
Varias vías de escalada (ninguna fácil) conducen a la cima, pero por algún motivo parecen haber caído en el olvido de los actuales escaladores.
Para celebrar mi encuentro con el risco y dado que hay pocos cachés por esta zona, he decidido esconder uno en las proximidades de la Torre.
Que lo disfrutéis.