En el año 1311 nacía el que, de manera extremadamente temprana, sería llamado a cumplir con sus reales deberes. Con tan sólo un año, fue coronado como Alfonso XI, siendo sus regentes hasta su mayoría de edad, Pedro de Castilla y Molina y Juan de Castilla. Con el sobrenombre de “El Justiciero”, fueron muchas sus andanzas, aunque las que nos vienen a interesar en esta ocasión, son las relacionadas con el que por entonces era “buen monte de oso”.
En el siglo XIV, estas tierras eran buen sitio para la caza del oso, el jabalí y el ciervo. Estas dos últimas especies siguen pudiendo verse por la zona en abundancia, siendo el oso el que hoy día se nos antoja imposible verlo por aquí como en tiempos.
Siendo esta zona frecuentada por el monarca, fue ésta objeto de su protección, otorgando a Guadalupe ciertos beneficios. El cache se encuentra en uno de los caminos por los que, tal vez, pasó El Justiciero en pos de algún oso herido.
Hoy podemos disfrutar de casi los mismos paisajes de la época de las reales cacerías. Procura que tu visita no evite que esto pueda seguir siendo así, para que dentro de otros 700 años, puedan hablar de nosotros...
