Los Brownies
El nombre de Brownie viene de los jirones de ropa marrón que estas pequeñas criaturas visten según se cuenta en las historias. Utilizan sombrero de copa verde y una ropa marrón raída y andrajosa, pero sería un error mostrarles lástima por ello, porque si se les regalara ropa nueva, nunca más volveríamos a verlos. Los Brownies tienen una cara pequeña, desinflada, con unos agujeros de la nariz como los de las agujas y es sabido que son algo peludos. Aunque son normalmente criaturas solitarias, algunas veces se las ve en grupos.
De distinta manera que otro tipo de duendes, los Brownies están desprovistos de maldad y viven en armonía con los humanos. Si a un Brownie se le trata bien, normalmente hará muchas labores y cantará canciones. Por estas cosas nunca se les debe pagar directamente, pues si se les da una recompensa, se irán para siempre. De todas maneras, se les puede dar algo así como un pequeño regalo (un tazón de leche o algún dulce), y ellos se sentirán muy agradecidos. Si un Brownie se ofende, y se suelen ofender con facilidad, se irá y se llevará con él la buena suerte que suele rodear a estas criaturas. Algunas ocasiones, si están extremadamente ofendidos, entonces se convierten en una pesadilla, y serán una plaga en la casa durante años.
Son criaturas muy laboriosas que terminan los quehaceres domésticos inconclusos y realizan otras tareas como cosechar, trillar, segar y cuidar el ganado. A cambio de sus servicios hay que darles leche y nata de la mejor calidad y los pasteles y panes más exquisitos.
Normalmente son invisibles, pero ocasionalmente se aparecen a su miembro favorito de la familia.
Quienes deseen vivir en armonía con estos duendecillos deberán ceñirse al protocolo, es decir:
1º No deben recompensarles nunca de forma directa por su trabajo, sino dejarles la comida donde puedan encontrarla, como si estuviera allí por casualidad.
2º Deben valorar siempre lo que hacen y no volverse codiciosos, de lo contrario se transforman en malvados trasgos caseros.
Trata el Tesoro de los Brownies con mucho mimo, piensa el tiempo que le han dedicado en prepararlo para ti. No cuelgues fotografias de los escondites o contenedores que puedan estropear la sorpresa a los siguientes buscadores. Extrema las precauciones para que no te vean coger o dejar el caché, la zona es bastante transitada sobre todo en verano y fines de semana.
¡Ahhh, y que no se te pase por alto guardar el dato impreso en el libro mágico, pues te será de gran ayuda llegado el momento!
¡¡¡DEJA EL CACHÉ TAL Y COMO LO ENCONTRASTE, MIMETIZALO CON SU ENTORNO!!!
IMPORTANTE, LLEVA TU LAPIZ O BOLI PORQUE NO HAY EN EL CACHÉ, NO CABÍA.