Los Pixies
Los pixies son pequeños duendes de color verde claro, aunque a veces pueden adoptar formas de animales o híbridos.
Suelen ser bastante traviesos cuando se intenta convivir con ellos. Les encanta robar caballos durante la noche y cabalgarlos alocadamente a través del páramo, retorciendo y enredando sus crines para espolearlos. Ni siquiera dentro de casa se está a salvo de ellos, ya que les gusta perseguir a las mozas de la cocina arrojándoles cacerolas.
Aunque gozan con su diversión, los pixies pueden ser grandes trabajadores, y con frecuencia trillan el trigo por la noche para verse recompensados con pan y queso.
Algunas veces, a los extravíos de gente se le atribuye a un mágico penacho de hierba o césped engañoso que, al pisarlo, provoca un hechizo. Bajo su influencia, lo corriente es que al tratar de atravesar un campo, se advierte que un portillo de salida que resultaba perfectamente visible al entrar, ha desaparecido de pronto y por muy ordenada que sea la búsqueda entre los setos circundantes, no revelará su situación.
Hay otros casos en que un caminante se encuentra bruscamente encaminado en una dirección totalmente distinta del camino que deseaba seguir, y por mucho que quiera rectificar su curso, no podrá corregirlo. El hechizo puede expulsarse por el método tradicional de volverse la chaqueta del revés y llevarla de este modo. Todos estos casos se los relaciona con los pixies, posiblemente por la mala fama de enredadores y juerguistas.
Trata el Tesoro de los Pixies con mucho mimo, piensa el tiempo que le han dedicado en prepararlo para ti. No cuelgues fotografias de los escondites o contenedores que puedan estropear la sorpresa a los siguientes buscadores. Extrema las precauciones para que no te vean coger o dejar el caché, la zona es bastante transitada sobre todo en verano y fines de semana.
¡Ahhh, y que no se te pase por alto guardar el dato impreso en el libro mágico, pues te será de gran ayuda llegado el momento!
¡¡¡DEJA EL CACHÉ TAL Y COMO LO ENCONTRASTE, MIMETIZALO CON SU ENTORNO!!!
IMPORTANTE, LLEVA TU LAPIZ O BOLI PORQUE NO HAY EN EL CACHÉ, NO CABÍA.