Se trata de un pequeño y
escondido humedal rodeado por pastos y bosques, que en verano puede
llegar a secarse. Por su situación puede se puede considerar que
pertenece a la Pedriza del Manzanares, ya que se encuentra a unos
1.500 metros de altura, en el collado formado por la loma que
desciende hacia el Este desde la Torre de los Buitres, junto al
Collado de la Ventana, y el cerro llamado El Lomo, que presta su
nombre a la lagunilla.
Por su reducido tamaño
hasta hace poco tiempo ni siquiera aparecía en los
mapas.
Su contemplación en los
mejores momentos, (que coinciden con el deshielo o época de
abundantes lluvias), nos recordará los ibones del Pirineo situados
varios cientos de kilómetros más al norte.
La aproximación a la
lagunilla puede hacerse por el camino que desde Canto Cochino sube
al Collado de la Ventana, lo atraviesa y desciende por la ladera
opuesta, y en algo más de un kilómetro desde el collado nos habrá
depositado en nuestro destino. O bien, tomando este mismo camino,
pero en sentido contrario, desde el final de la pista forestal que
recorre el Hueco de San Blas y que después de un recorrido de unos
700 metros de suave subida nos dejará también junto a la
lagunilla.