Las siglas
MTB, abreviatura de “mountain terrain bike”
(bicicleta para terrenos de montaña) nos hablan de un
apasionante deporte nacido como tal en la década de los 70 y
mundialmente conocido como MOUNTAIN BIKE. Uno de los
deporte que yo he practicado con más “pasión” y que me
ha llevado, durante estos últimos veintitantos años, a disfrutar de
la naturaleza como nunca, a conocer preciosos parajes, senderos
espectaculares, complicadas trialeras, vertiginosos descensos y me
ha enseñado a superarme ante la adversidad y a buscar los límites
por encima de lo que te creías capaz de conseguir, aunque todo ello
pasado por alguna que otra rotura, luxación, derrame, herida,
corte, inflamación, etc.
Ahora, que ya
me lo tomo con algo más de tranquilidad, he aprendido a combinarlo
con otras aficiones tales como el geocaching y creo que nada más
merecedor que este deporte para una serie de cachés. Tu eliges si
los quieres ir a buscar en bici o andando.
UN POCO DE HISTORIA
En el año 1933
Ignaz Shcwinnn construyo en Estados Unidos la primera bicicleta
realmente robusta. En esos años estaba más pensada para soportar el
“maltrato” diario que recibían de los repartidores de
periódicos, tan habituales por entonces. Este fue el comienzo de
las bicis realmente duras.
Pero no fue
hasta la década de los 70 cuando a estas bicicletas se les dio un
verdadero uso en terrenos de montaña. Uno locos conocidos como
“The Canyon Gang” (La Pandilla del Cañón) organizaban
carreras cuesta abajo en las montañas de California dotando a sus
bicicletas de unas llantas más anchas que les aportaban mayor
robustez ante impactos.
Estas primeras
carreras de descenso adquirieron su mayor auge cuando nombres
míticos como Gary Fisher, Tom Ritchey o Joe Brezze se lo tomaron
verdaderamente en serio y se dedicaron a perfeccionar las
bicicletas para moverse con soltura por las montañas del condado de
Marin en San Francisco.
Fue entonces
cuando a Gary Fisher se le ocurrió modificar su bicicleta, pensada
para bajar rápido, aplicándole los cambios de velocidad que le
permitían también usarla en subidas. Y con esta y otras
modificaciones en el grosor de los tubos, mejores soldaduras y
ligeras variaciones en las geometrías de los cuadros, nació la
MTB.
Desde entonces
la evolución ha sido rápida y espectacular. En 1987 aparece la
primera suspensión delantera construida por la compañía Trek
y el 1990 se presenta, por la misma marca, la primera bicicleta con
doble suspensión y hemos pasado de bicis rígidas de poco
menos de 20 Kg. a máquinas de suspensión total de apenas 12 Kg.,
gracias, en gran medida también, a la mejora continua en
prestaciones y ligereza de los grupos de componentes para
bicicletas de montaña, mercado liderado por el gigante japonés
Shimano.
Esto nos ha
permitido a los aficionados llegar cada vez más lejos y atravesar
cada vez zonas más complicadas, tanto de subida como de bajada,
y así disfrutar de manera silenciosa de todo lo que la
montaña nos ofrece sabiendo que siempre nos queda la posibilidad de
“cargar con la bici” si es necesario. Que buen
aficionado no ha hecho con frecuencia lo que llamamos “rutas
democráticas”: la mitad del tiempo sobre la bici y la otra
mitad la bici sobre ti.
Y como no, dio
lugar a un grandioso deporte, incluido rápidamente en las
disciplinas de la UCI (Unión Ciclista Internacional) y que también
ha evolucionado de forma espectacular de la mano de nombres míticos
como John
Tomac, Thomas
Frischknecht ,
Ned
Overend, Tinker
Juarez, Juli Furtado o Greg Herbold, y tantos y tantos otros, con
especial mención a nuestros españoles, los hermanos Misser, Javier
Notario, Óscar Saiz , José Comesaña, Alberto León (recientemente
malogrado y al que conocí personalmente) y los más recientes José
Antonio Hermida y Marga Fullana, con los que hemos llegado a lo más
alto en este deporte.
El
C.O.I. (comité
olímpico internacional) incluyó esta espectacular modalidad
deportiva en las olimpiadas de Sydney 2000.
LA BICICLETA DE MONTAÑA EN ESPAÑA
En España, la
bicicleta de montaña tuvo una increíble aceptación y rápida
evolución por lo que las principales marcas de constructores,
pronto nos incluyeron dentro de sus objetivos comerciales, así como
en los calendarios de los organizadores de las más famosas carreras
a nivel mundial, que vieron a nuestro país como uno de los que más
aficionados movían en torno a las carreras.
Así hemos
podido disfrutar de grandes pruebas deportivas tanto de Cross
Country como de descenso, o las más modernas Slalom paralelos o
Four Cross (4X) en plazas tan míticas para este deporte como Sierra
Nevada, Manzanares el Real o, como no, nuestra querida Casa de
Campo. Recuerdo especialmente la primera carrera que se hizo aquí.
¡¡Los mejores del mundo, los que más admirabas, venían a la puerta
de tu casa!! Mi bici y yo no nos “despegamos” de la
Casa de Campo desde que llegaron hasta que se fueron y el día de la
carrera nos hicieron un magnífico regalo: el duelo “a
muerte” entre el estadounidense John Tomac y el suizo Thomas
Frischknecht (Frisquis para los amigos), Europa contra la
todopoderosa USA, que acabó llevándose el americano en los últimos
metros ya que eran en descenso y Tomac bajaba como
nadie.
SOBRE EL CACHÉ
Cuarto caché de la serie y
en este caso también ubicado en La Pedriza, donde mis colegas y yo
hemos completado tantas y tantas apasionantes jornadas de
bici.
En este caso,
he colocado el caché en un sendero que enlaza el Collado de
Quebrantaherraduras con la carretera forestal, donde se pueden
tomar después varias alternativas para continuar nuestra ruta. Una
subida técnica y muy entretenida, pero también un descenso
apasionante y rápido (en algunos tramos) con un regalito en la
parte final de la bajada, próxima a las mesas de piedra (que dan
nombre al sendero), en forma de escalones, también de piedra, que
nos ofrecen una dificultad añadida, pero salvable en días
inspirados. Si no, ya sabemos... con poner pié a tierra y cargar
con la bici... solucionado!!! Esa es la excelente
versatilidad que nos ofrecen nuestras compañeras de
fatigas.
El caché está
escondido en las inmediaciones de una zona ideal para hacer un
descanso a media subida si es necesario, con unas vistas
sensacionales. Se trata de una cajita bien conocida por los
ciclistas y que en infinidad de ocasiones nos han sacado de apuros.
Pero está unida a un elemento natural que la camufla muy bien con
su entorno. Suerte!!
Solo contiene
libro de registro y lápiz.